Enana marrón deleita a los astrónomos

Pia Harold
BBC

Un grupo de astrofísicos ha descubierto un objeto similar a una estrella con una temperatura que es tan solo una décima parte de la del Sol.

Este objeto es lo que se conoce como una enana marrón: una estrella "fallida" que nunca alcanzó la masa necesaria para iniciar reacciones de fusión en su núcleo.

Se cree que la superficie del objeto, denominado J0034-00, tiene una temperatura de 400 grados centígrados.

Se trata de la enana marrón más fría jamás avistada, según el equipo de investigadores inglés que la descubrió.

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Este descubrimiento pone en evidencia las diferencias entre los planetas gaseosos de alta masa, como Júpiter, y enanas marrones, que son más pequeñas.

"Una aguja en una pajar

"Físicamente, las estrellas, las enanas marrones y los planetas gaseosos son lo mismo: formaciones de gas con una masa diferente", afirmó el doctor Steve Warren responsable de la investigación llevada a cabo en el Colegio Imperial de Londres, en el Reino Unido.

Identificar un objeto como J0034-00 es más complicado que encontrar una aguja en un pajar
Steve Warren, Colegio Imperial de Londres, Reino Unido

"A medida que la investigación avance, vamos a empezar a descubrir entre las estrellas nuevos objetos que tienen la misma masa que los planetas y, ¿cómo los vamos a llamar?", se preguntó Warren.

La enana marrón ahora descubierta fue avistada por primera vez por su colega, el doctor Daniel Mortlock.

"Identificar un objeto como J0034-00 es más complicado que encontrar una aguja en un pajar", dijo el doctor Warren.

J0034-00, encontrada en la constelación de Cetus, tiene un peso relativamente ligero.

Desde Hawai

El objeto tiene una masa que es entre 15 y 30 veces la de Júpiter y un diámetro similar al de este planeta.

Fue descubierta en las primeras fases de la investigación con lentes infrarrojos llevada a cabo utilizando el telecoio UKIRT, situado en la isla de Hawai, Estados Unidos.

El telescopio, que utiliza cuatro filtros, produce 2.000 imágenes por noche, una gran cantidad de material para investigar.

Los diferentes filtros son utilizados para poder distinguir el color de los objetos en el espacio.

"Mil veces más cerca"

El doctor Mortlock estaba buscando cuásares distantes cuando encontró esta enana marrón.

"Uno de los objetos interesantes que descubrimos no tenía el color apropiado parta ser un cuásar, y resulta que ese objeto era J0034-00", afirmó Mortlock.

"Lo más peculiar es que estaba mil veces más cerca que los cuásares que estábamos buscando, y es casi era idéntico en cuanto a sus colores", añadió el doctor Warren.

Fueron necesarias más observaciones desde el telescopio Gemeni Sur, situado en Chile, para conocer la temperatura y la masa aproximada de la enana marrón.

Es todavía pronto para decir a que distancia se encuentra de la tierra, pese a que los investigadores creen que puede estar a unos 50 millones de años luz.

No se trataría de una distancia tan grande, comparada con la distancia a la que se encuentran algunas estrellas que pueden verse a simple vista.

Enanas segundonas de pulso poderoso

BBC Ciencia, Preston - por Paul Rincon

20-04-2007

Un tipo "fallido" de estrella, la llamada enana marrón, emite a intervalos fogonazos de radiación que son miles de veces más brillantes que los emitidos por el Sol.

Las enanas marrones están comportándose como cuerpos cósmicos completamente diferentes y exóticos, los llamados púlsares.

Un púlsar -término proveniente del acrónimo en inglés de pulsating star- es una estrella de neutrones que rota y emite señales de radiación, a intervalos regulares y cortos.

Cuando su foco pasa por la Tierra, cual si fuera la luz de un faro, los astrónomos pueden detectar el pulso de radiación.

Los púlsares se crean cuando una estrella masiva explota en una supernova y su núcleo colapsa en una estrella de neutrones, que comienza a rotar rápidamente.

Las enanas marrones, en cambio, son "estrellas frustradas", que carecen de la suficiente masa para comenzar fusiones nucleares en sus núcleos.

Greg Hallinan de la Universidad Nacional de Irlanda en Galway y sus colegas, utilizaron el Telescopio de radio de Alto Rango en Nuevo México, para observar una enana marrón de temperatura moderada, que gira muy rápido, llamada TVLM 513-46546.

Un problema de 40 años

Cada dos horas pudieron observar un flash brillante de la enana marrón.

Todos los planetas con campo magnético, incluida la Tierra, emiten radiación brillante de sus regiones polares.

Se cree que las enanas marrones generan su propia emisión en una forma similar a la de los púlsares. Pero en cambio, su emisión es mucho más brillante que la de los planetas.

Las ondas de radio se producen por encima de los polos magnéticos del cuerpo celeste.

La emisión de radio requiere que estas enanas marrones posean campos magnéticos tan poderosos como los detectados en las estrellas magnéticamente activas.

El pulso periódico detectado por arriba de las enanas marrones son muy similares a los observador en los púlsares.

Pero todo el sistema está en una escala mucho más pequeña y lenta, y por eso es más fácil para los astrónomos descifrar qué es lo que está pasando.

¿Un eslabón perdido?

Cómo los púlsares producen su radiación ha sido un problema sin solución durante casi 40 años para la astrofísica.

Esto es porque tenemos poco conocimiento de qué es lo que le sucede al gas o plasma caliente y electrificado, y cómo se comporta en las condiciones extremas presentes en el púlsar.

Las enanas marrones pertenecen ahora a una "segunda clase" de objetos estelares que se sabe producen niveles persistentes de radiación extremadamente brillante y "coherente".

Eso sí, en su caso se entienden bastante bien las condiciones en la fuente de radiación y el mecanismo de emisión.

Durante algún tiempo se ha estado estudiando si existen similitudes entre este tipo de emisión y las de los púlsares.

Los estudios de la TVLM 513-46546 podrían proveer con la primera evidencia directa del vínculo.

Hallinan dijo: "Nuestras investigaciones muestran que estos objetos pueden ser sistemas fascinantes y dinámicos, y que podrían ser la clave para desentrañar ese misterio de años, de cómo los púlsares emiten su radiación".

"Parecerían que las enanas marrones son el eslabón perdido entre las emisiones radiactivas que podemos observar en Júpiter y las que vemos en los púlsares", agregó.

El astrofísico de la Universidad Nacional de Irlanda presentó los detalles de su trabajo en la Reunión Nacional de Astronomía de la Sociedad Astronómica Real, en Preston.

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