McCain no logra captar el voto hispano

Kathleen Hennessey
chron.com
10/10/08

Cindy Florez no recuerda el nombre del candidato a presidente por el que votará, pero sí el partido, y eso le basta.

"Votaré por los demócratas", declaró en un inglés quebrado Florez, empleada de limpieza de un hotel, poco después de registrarse para votar en un puesto de campaña de partidarios de John McCain en un mercado de un barrio hispano.

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Fue como echarle sal a la herida del candidato republicano.

Este político que no hace mucho se jugó su carrera al auspiciar con el senador demócrata Edward Kennedy una reforma a las leyes de inmigración bien recibida por los hispanos tiene problemas ahora para captar el voto de ese sector, que ayudó a George W. Bush a lograr la presidencia.

McCain, quien recibió el 70% del voto hispano cuando fue elegido por última vez senador de Arizona, ve ahora cómo un demócrata de Illinois que cumple su primer período en el Senado acapara el grueso del voto latino.

Incluso muchos hispanos con puntos de vista similares a los de McCain, opuestos al aborto y que quieren unas fuerzas armadas fuertes, amenazan con votar masivamente por Obama.

La campaña de McCain está haciendo grandes esfuerzos en estos frentes, difundiendo avisos en español por radio y televisión, y promoviendo el contacto de militantes republicanos con hispanos en mercados, barrios, bases militares e iglesias.

Pero las encuestas revelan que a McCain le cuesta sacarse de encima la peor mancha que tiene entre muchos hispanos: esa R de republicano junto a su nombre.

"El Partido Republicano alienó al bloque hispano con el debate sobre inmigración", sostuvo Clarisa Arellano, militante republicana de Colorado Springs, Colorado, y copresidenta de la Coalición Hispana Pro-McCaine en ese estado. "Dicen que McCain es un republicano como cualquier otro. Las campañas negativas funcionan".

Los problemas de McCain se hacen más evidentes en su propia región, en estados reñidos como Colorado, Nuevo México y Nevada, próximos a su estado de Arizona. Los hispanos son un bloque electoral cada vez más importante en esos estados. Son mayormente de ascendencia mexicana y con inclinaciones demócratas, pero en las elecciones más recientes los republicanos lograron sacar suficientes votos hispanos como para ganar.

Bush recibió el 44% del voto hispano en Nuevo México en el 2004 y triunfó en ese estado por apenas 6.000 sufragios.

Una encuesta de la semana pasada indica que McCain tiene el 17% del voto hispano. Obama se lleva el 62% y hay un 21% de indecisos, según un estudio de la firma Research & Polling Inc. encomendado por el diario Albuquerque Journal.

A McCain le va un poco mejor en las consultas nacionales. Una encuesta de Gallup realizada la semana pasada le da un 26% del voto hispano, comparado con el 64% de Obama.

Larry Trujillo, ex legislador estatal de Colorado y quien trabaja en la campaña de McCain, dice que su candidato no ha logrado darse a conocer entre los hispanos, que no conocen sus antecedentes y lo meten en la misma bolsa que a todos los republicanos.

"Bush sí supo darse a conocer", señaló Trujillo. "Pero McCain no ha logrado llegar a los hispanos y decirles quién es realmente".

"El problema que tenemos es que hay mucha gente que no apoya necesariamente a Obama, pero está en contra de Bush. Quieren votar en contra de cualquier cosa que se pueda asociar a Bush", opinó Xavier Rivas, activista republicano que trabaja en la campaña de McCain en Las Vegas.

En sus conversaciones con los votantes, Rivas trata de enfatizar los lazos de McCain con la comunidad hispana. Hace notar que nació en una base militar en Panamá, que ha viajado por Latinoamérica y postula el comercio libre. Cree que su campaña no promueve lo suficiente estos aspectos.

McCain se ha visto obligado a lidiar con el tema migratorio, y lleva siempre las de perder.

Si bien su programa de reformas fue bien visto por la mayoría de los hispanos, muchos conservadores le dieron la espalda y McCain quedó atrapado entre dos frentes, el ala derecha de su partido y el bloque hispano.

Durante las primarias, McCain se volcó hacia la derecha para apaciguar a los conservadores y dijo que no volvería a presentar su plan de reformas hasta que no se hubiesen asegurado las fronteras.

Ahora la cuesta volver al centro.

"Debo admitir que en las primarias perdió a alguna gente", expresó Arellano. "Es algo complejo. No hay tiempo para ponerse a hablar con ellos de inmigración cuando hay todas estas otras cosas", señaló en alusión a la crisis financiera, Irak y otras cuestiones.

Ya antes de la crisis económicas las encuestas indicaban que los hispanos la daban prioridad a los temas que afectan sus bolsillos y se alineaban con los demócratas.

La crisis financiera está haciendo pasar inadvertidos algunos temas que en el 2004 hicieron que muchos hispanos, especialmente a los evangélicos y a los católicos, votasen por los republicanos. Un estudio del Centro Hispano Pew efectuado en julio indicó que solo un tercio de los hispanos que van a misa semanalmente apoya a McCain.

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