Sim City y John F. Kennedy

Laura Knight-Jadczyk
07/11/2006
Traduccion: El Averiguador

Verdadero hombre de estado

Hijo de la perdición


Comentario: Esta es la cuarta entrega de una serie de artículos escritos en el 2006 en conmemoración del 43 aniversario del asesinato de JFK.

Cuando se convirtió en presidente de los EEUU, JFK intentó ingresar en el corrupto sistema político y modificarlo. Armado de riqueza, inteligencia y, lo más importante, un corazón
bondadoso, tuvo una gran oportunidad de hacerlo, y esto fue probablemente el porqué de su asesinato. Ahora Obama está hablando de cambios, pero según especularon nuestros comentaristas económicos esta semana:
Pero, ¿puede un presidente, incluso el más talentoso, cambiar verdaderamente las cosas? No él solo, por supuesto, solo el pueblo puede, y solo si ellos y sus líderes poseen una clara y acertada comprensión de la situación, especialmente del rol de Israel en el mundo actual. También necesitan tener un claro y acertado entendimiento de la naturaleza humana, tanto de la naturaleza de la humanidad normal y de los depredadores intra-especies, los psicópatas. En ese aspecto, uno querría que Obama leyera más de Andrzej Lobaczewski y menos Reinhold Niebuhr.

Es fácil, y no algo malo, ser cínico, sobre todo lo que se habla de esperanzas y cambios. Muchos en el “establishment de la política exterior” (Imperialistas americanos, en otras palabras) ven a Obama como un “relanzamiento” internacional de EEUU. Ver a Obama hablar de “ganar” la guerra en Afganistán es particularmente desagradable. La elección del fanático Sionista Rahm Emanuel por parte de Obama como Jefe de Personal fue un puñetazo en el estómago para varios. Uno espera que Obama siga el principio de mantener a sus amigos cerca y a sus enemigos más cerca. Incluso si el presidente ideal estuviera intentando alejarse del Sionismo, ¿cómo podría hacerlo teniendo en cuenta lo que es EEUU en la actualidad? Solo obtendrías un disparo en medio de los ojos. Lo mismo es válido si abandonas el imperialismo. Si fallas, estás muerto. Pregúntale a John Kennedy.

El tiempo dirá si Obama es solo un hombre elocuente sobre el escenario de la misma máquina vieja de muerte o si es otro reformista inocente con su cabeza en aguas infestadas de tiburones.
Según el "interno" Zbigniew Brzezinski, Obama no será capaz de producir ningún cambio dramático en Washington. El antiguo asesor de seguridad nacional de EEUU aporta su propio punto de vista respecto a las políticas americanas:
Debes pensar en la política exterior como, por ejemplo, una embarcación moviéndose en el mar. Un gran crucero no cambia su curso de la misma forma que lo hace un bote a motor. Por lo tanto no es posible que EEUU modifique dramáticamente cada una de sus políticas.
Los manipuladores psicopáticos de “Sim City” seguirán adelante con sus planes de control total, mientras los primeros pasos del recién electo presidente parecen seguir los de ellos, sea voluntariamente o por la fuerza.


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Cuando releo las palabras de John F. Kennedy, cuando considero las leyes que quería poner en práctica, cuando considero su profunda pureza y su humanidad, y lo comparo con lo que está merodeando y tambaleándose en la Casa Blanca hoy en día, quedo literalmente abrumada. ¿Qué tan profundo
hemos sido succionados en el Abismo de la Desesperación desde aquel noviembre hace 43 años?

Ahora vivo en Francia. Francia es un lugar interesante; en su mayor parte socialista, tú sabes. El socialismo era hacia lo que los verdaderos americanos ricos hubieran sido llevados si a Kennedy se le hubiese permitido vivir. De acuerdo a la propaganda elitista, si al socialismo le hubiesen permitido poner un pie en la puerta, el comunismo no estaría muy lejos. Y todo lo que tuvieron que hacer fue apuntar a Rusia y a su desolación y hambre para lograr el objetivo. El problema es que Rusia ni siquiera era comunista; era meramente un Corporativismo Estatal, lo cual es casi exactamente lo que existe en EEUU hoy en día – con un pequeño giro. En Rusia, el Estado era la corporación; en EEUU, las corporaciones son dueñas del Estado. No hay mucha diferencia, en realidad, excepto técnicamente.

Volviendo a Francia, aquella que
tanto admiraba John F. Kennedy: si, es en su mayor parte socialista, pero no completamente. Si, los impuestos son altos y muchas cosas son decididas por el estado en nombre de todos los ciudadanos, pero los beneficios son mucho mejores. No soy experta en política francesa (o en sus políticas en general, para el caso), solo sé lo que observo y experimento. Puedo decirte que me hice una limpieza en mi dentadura en EEUU y me costó $1,000. Me lo hice nuevamente aquí en Francia, y me costó alrededor de $150. Me hice un tratamiento de conducto en EEUU hace unos años y me costó $400 sin la corona. Me lo hice en Francia hace unos pocos meses y me costó alrededor de $70. Una estadía en hospital por una cirugía menor cuesta menos de $200 – y se sirve vino con la cena.

Las medicinas son baratas. Un envase de gotas para los oídos que pagué unos $100 en EEUU, cuesta menos de $10 aquí. En las ciudades, las cosas cuestan un poco más, pero en su mayoría, la visita a un médico todavía cuesta unos $20 y hacen visitas a domicilio. Una resonancia magnética que cuesta alrededor de $1,000 en EEUU, cuesta $75 aquí. Todas esas cosas que son necesarias para que una población permanezca físicamente saludable están disponibles a un costo muy razonable. Y si una persona está anotada en el programa de Salud Nacional, casi todos los costos pagados del bolsillo son reembolsados. También debería mencionar que los cuidados médicos y dentales en Francia son realmente mejores que en EEUU. En Francia, la gente que se involucra en tales profesiones son, en términos generales, aquellos que tienen el deseo de curar, y no piensan en hacerse ricos.

Aún más que eso, ya que la educación superior es gratuita, y las vacantes están limitadas solo para los mejores, los estudiantes están motivados para sacarse buenas calificaciones y hacer bien las cosas. Luego de la educación media, existen colegios de intercambio gratuitos donde los estudiantes que no buscan carreras académicas puedan graduarse con un intercambio y probablemente con un buen bagaje de experiencia a través de las prácticas. Y hay mucha más variedad de intercambio de operarios en Francia debido a que los grandes y monopólicos supermercados no les han permitido hacerse con todo. Cada pueblo tiene una gran cantidad y variedad de tiendas de carnicerías, panaderías, y demás. Las plantaciones familiares son totalmente apoyadas e impulsadas por el estado. Y en ningún otro lugar habrás visto campos tan hermosos. Me pregunto si los americanos saben el país agricultor que es Francia actualmente. Puedes manejar desde París a Toulouse y lo que se ve mayormente son estupendos y hermosos campos, arados y/o plantados, casi todo el año. Luego de un par de miles de años de experiencia, ¡los franceses hay hecho de la agricultura una ciencia!

Los franceses tienen una semana laboral de 35 horas, almuerzos de 2 horas, cerca de 8 semanas de vacaciones obligatorias todos los años, estabilidad laboral y buenos servicios sociales.

Se podría decir que Francia es una mezcla de capitalismo moderado y socialismo.

Pero eso está bajo amenaza. Por suerte, los franceses tuvieron el buen sentido de rechazar la Constitución Europea el año pasado. Leí el documento entero y principalmente consistía en el establecimiento de un sistema bancario que impondría controles de la misma forma que los banqueros controlan a EEUU. Hubiese sido un gran paso hacia el codicioso estilo de capitalismo norteamericano, ¡y me sentí orgullosa de ver que los franceses todavía pudieran leer y pensar!

Existen otras amenazas contra el estilo de vida de los franceses: todavía nadie sabe que tiene en mente Nicolas Sarkozy para Francia si es elegido presidente. Sarko, como afectuosamente se autodenomina, es un “americanófilo”. Esas son malas noticias. Todo lo que necesitan los franceses es mirar a EEUU, quizás ir de visita por unos meses ¡y salir a hablar con la gente en la calle para darse cuenta que esa no es la forma que Francia quiere ser! Solo para darte una idea de lo que estoy hablando, permítanme citar a Michael Parenti en su libro “Holocausto oculto”:
A los conservadores les encanta decirnos que nación tan hermosa, feliz y próspera tenemos. Lo único que concuerda con su amor por el país es la notable indiferencia que demuestran hacia la gente que vive del mismo. Para sus oídos los angustiosos sollozos de los desposeídos suenan como los malhumorados gimoteos de los descontentos. Declaran como “corazones sangrantes” a aquellos que critican las condiciones existentes, aquellos que muestran preocupación por nuestros compañeros ciudadanos. Pero la sucia verdad es que allí existe una asombrosa cantidad de penurias, abusos, desgracias, enfermedad, violencia, y patología en este país. Las cifras revelan una lista de víctimas que se aplica a varios millones. Considera los siguientes estimativos. Por año:
* 27.000 americanos cometen suicidio.
* 5.000 intentan suicidarse; algunos cálculos son más elevados.
* 26.000 mueren por accidentes fatales en sus casas.
* 23.000 son asesinados.
* 85.000 son heridos por armas de fuego.
* 38.000 de estos muertos, incluyendo 2,600 niños.
* 13.000.000 son víctimas de crímenes que incluyen asalto, violación, robo a mano armada, robo, estafa, e incendios provocados.
* 135.000 niños llevan armas al colegio.
* 5.500.000 de personas son arrestadas por toda clase de ofensas (sin incluir violaciones de tránsito).
* 125.000 mueren prematuramente por abuso del alcohol.
* 473.000 mueren prematuramente por enfermedades relacionadas con el tabaco; 53,000 de estos no son fumadores.
* 6.500.000 usan heroína, crack, speed, PCP, cocaína o alguna otra droga dura diariamente.
* 5.000+ mueren por uso ilícito de drogas. Miles sufren serias secuelas.
* 1.000+ mueren por aspirar sustancias hogareñas encontradas bajo el fregadero de la cocina. Cerca del 20 por ciento de de todos los niños de octavo grado han consumido sustancias tóxicas. Miles sufren daño neurológico permanente.
* 31.450.000 consumen marihuana; 3.000.000 de ellos son grandes consumidores.
* 37.000.000, o uno de cada seis americanos, usan regularmente drogas de control emotivo. En su mayoría son mujeres. Quienes alientan el consumo son los doctores; quienes las proveen son las compañías farmacéuticas; las ganancias son impresionantes.
* 2.000.000 personas no hospitalizadas reciben poderosas drogas para el control mental, a veces descritas como “chalecos de fuerza químicos”.
* 5.000 mueren a causa de tratamientos con drogas psicoactivas.
* 200.000 están sujetos a tratamientos de choques eléctricos que son dañinos para el cerebro y el sistema nervioso.
* De 600 a 1,000 están lobotomizados, mayormente mujeres.
* 25.000.000, o uno de cada 10 americanos, buscan ayuda en fuentes psiquiátricas, psicoterapéuticas, o médicas por problemas mentales y emocionales, con un costo de $4 billones anuales.
* 6.800.000 buscan servicios no-médicos, tales como ministerios, agencias de bienestar, y consejos sociales para obtener ayuda por problemas emocionales. En total, unos 80.000.000 han buscado alguna clase de ayuda psicológica en sus vidas.
* 1.300.000 sufren alguna clase de herida relacionada con tratamientos hospitalarios.
* 2.000.000 pasan por operaciones quirúrgicas innecesarias; 10.000 de ellos mueren en la cirugía.
* 180.000 mueren por reacciones adversas a tratamientos médicos, más que por accidentes aéreos y automovilísticos juntos.
* 14.000+ mueren por sobredosis de drogas legales prescriptas.
* 45.000 mueren en accidentes automovilísticos. Aún así se construyen más autos y autopistas mientras que los fondos para realizar mejoras en medios de transporte masivos se reducen.
* 1.800.000 sufren heridas no fatales por accidentes automovilísticos; pero 150.000 de estos sufren daños permanentes.
* 126.000 niños nacen con algún defecto mayor; mayormente a causa de cuidados prenatales insuficientes, deficiencias nutricionales, toxicidad medioambiental, o adicción maternal a las drogas.
* 2.900.000 niños son reportados como sujetos a serios abusos, incluyendo tortura física y hambruna deliberada.
* 5.000 niños son asesinados por sus padres o abuelos.
* 30.000 o más niños quedan físicamente discapacitados de forma permanente por abusos y negligencias. El abuso infantil en EEUU afecta a más niños cada año que la leucemia, accidentes de autos, y enfermedades infecciosas en conjunto. Con el creciente desempleo, los incidentes de abuso por padres sin trabajo aumentan dramáticamente.
* 1.000.000 de niños escapan de su hogar, mayormente debido al tratamiento abusivo, incluyendo abuso sexual por parte de parientes y otros adultos. De los tantos niños abusados, el 83% proviene de familias blancas.
* 150.000 de niños son reportados como perdidos.
* 50.000 de estos simplemente desaparecen. Sus edades varían desde un año hasta mediados de adolescencia. Según el New York Times, “Algunos están muertos, quizás la mitad de los enterrados en este país son niños no identificables”.
* 900.000 niños, algunos pequeños de siete años de edad, son involucrados en trabajos en EEUU, empleados sin paga en granjas, como lavaplatos, limpieza, y para tareas domésticas durante diez horas por día en violación de las leyes de trabajo infantil.
* De 2.000.000 a 4.000.00 de mujeres son maltratadas. La violencia doméstica es la única y mayor causa de heridas y la segunda mayor causa de muerte de las mujeres de EEUU.
* 700.000 mujeres son violadas, una cada 45 segundos.
* 5.000.000 trabajadores sufren accidentes en el trabajo; 50.000 de los cuales sufren discapacidades permanentes, incluyendo mutilaciones, parálisis, problemas de visión, audición y esterilidad.
* 100.000 se han vuelto seriamente enfermos por enfermedades relacionadas al trabajo, incluyendo pulmón negro, pulmón marrón, cáncer, y tuberculosis.
* 14.000 mueren en el trabajo; alrededor del 90% son hombres.
* 100.000 mueren prematuramente por enfermedades relacionadas al trabajo.
* 60.000 mueren a causa de contaminantes medioambientales tóxicos o contaminantes en alimentos, agua, o aire.
* 4.000 mueren por ingerir carne contaminada.
* 20.000 otros sufren de envenenamiento por E-coli 0157-H7, la mutada bacteria en carnes contaminadas que generalmente conduce a problemas físicos y mentales permanentes. Una inspección más cuidadosa de la carne con nuevas tecnologías podría eliminar la mayoría de las instancias de contaminación – también lo haría el vegetarianismo.
En el presente:
* 5.100.000 están presos o en libertad condicional; 2.700.000 de estos están encerrados en prisiones de condados, estatales, federales o bajo supervisión legal. Cada semana 1.600 personas más ingresan a prisión de las que se van. La población de las prisiones se ha disparado más de 200% desde 1980. Más del 40% de los reclusos están encarcelados por crímenes no violentos relacionados a las drogas. Los americanos africanos constituyen el 13% de los usuarios de drogas y el 35% de los arrestos por drogas, 55% de condenados por drogas y 74% de sentencias a prisión. Para ofensas no relacionadas con drogas, los afroamericanos obtienen condenas un 10% más extensa que los caucásicos por crímenes similares.
* 15.000+ tienen tuberculosis, con números en aumento velozmente; 10.000.000 transportan el bacilo de la tuberculosis, con grandes números entre adictos y personas de escasos recursos.
* 10.000.000 de personas tiene serios problemas con la bebida.
* 16.000.000 tienen diabetes, desde los 11.000.000 en 1983 los americanos se han vuelto más sedentarios y adictos al azúcar. Sin tratamiento, la diabetes puede llevar a la ceguera, fallas en riñón y daños nerviosos.
* 160.000 morirán de diabetes este año.
* 280.000 están internados por enfermedades mentales o retrasos mentales. Muchos de estos son forzados a tomar grandes dosis de drogas para el control mental.
* 255.000 mentalmente enfermos o retardados han sido liberados en años recientes. Muchos de los “desinternados” están ahora en albergues o vagando por las calles.
* 3.000.000 o más sufren desventajas cerebrales, físicas, incluyendo parálisis, sordera, ceguera y otras discapacidades. Un desproporcionado número de ellos es pobre. Muchas de estas discapacidades podrían haber sido corregidas con tratamiento temprano o prevenidas con mejores condiciones de vida.
* 2.400.000 sufren alguna variedad del síndrome de fatiga crónica.
* 10.000.000+ sufren de asma sintomática, un aumento del 145% desde 1990 a 1995, mayormente a causa de la contaminación del aire que respiramos.
* 40.000.000 o más están sin seguro medico o protección de enfermedades catastróficas.
* 1.800.000 ancianos que viven con sus familias son víctimas de serios abusos como por ejemplo, confinamiento forzado, baja alimentación y golpizas. El maltrato de personas ancianas por sus hijos y familiares aumenta dramáticamente a medida que las condiciones económicas empeoran.
* 1.126.000 de los ancianos viven en geriátricos. Un gran pero indeterminado número viven en condiciones de extrema negligencia, suciedad, y abuso en casas que desean extraer la mayor cantidad de ganancias.
* 1.000.000 o más niños están en orfanatos, reformatorios y prisiones para adultos. La mayoría han sido arrestados por transgresiones menores o no han cometido crimen alguno y son encarcelados sin ser procesados. La mayoría son de escasos recursos. Muchos son víctimas de golpizas, asaltos sexuales, confinamientos solitarios prolongados, drogas de control mental, y en algunos casos, psicocirugía.
* 1.000.000 aproximadamente tienen SIDA; más de 250,000 han muerto por la enfermedad.
* 950.000 niños en etapa escolar son tratados con poderosas drogas para control mental por “hiperactividad” cada año – con efectos secundarios como pérdida de peso, retrasos de crecimiento y psicosis aguda.
* 4.000.000 crecen con discapacidades de aprendizaje sin atender.
* 4.500.000+ de niños, o más de la mitad de los 9.000.000 de niños que reciben ayuda asistencial, sufren malnutrición. Muchos de ellos sufren daño cerebral causado por mala alimentación prenatal e infantil.
* 40.000.000 personas, o una de cada cuatro mujeres y más de uno cada diez hombres, se estima que han sido sexualmente molestados de niños, más entre edades de 9 y 12, comúnmente por familiares cercanos o conocidos. Semejante abuso siempre se extiende en la adolescencia temprana y es parte de su memoria continua y no un producto de recuperación de la memoria en la terapia.
* De 7.000.000 a 12.000.000 son desempleados; los números varían según el ciclo de negocios. Los números en aumento de los desempleados crónicos muestran señales de estrés y depresión emocional.
* 6.000.000 se encuentran en trabajos de “contingencia”, o trabajos temporales. Cerca del 60% de ellos prefieren empleos permanentes.
* 15.000.000 o más son trabajadores medio-tiempo o de tiempo reducido que necesitan trabajo de tiempo completo y trabajan sin beneficios.
* 3.000.000 trabajadores adicionales están desempleados pero no se incluyen debido a que sus beneficios de desempleado han finalizado, o porque nunca han calificado para los beneficios, o han dejado de buscar trabajo, o se unieron a las fuerzas armadas porque no pudieron conseguir trabajo.
* 80.000.000 viven con ingresos estimados por el Departamento de Trabajo de EEUU como por debajo del “nivel confortable”; 35.000.000 de estos viven debajo del nivel de pobreza.
* 12.000.000 de ellos sufren de hambruna crónica y malnutrición. La mayoría de las personas que viven bajo el nivel de pobreza experimentan tener hambre durante alguna época del año.
* 2.000.000 o más no tienen hogar, obligados a vivir en las calles o en lugares improvisados.
* 160.000.000+ son miembros de casas que están en deuda, un agudo aumento de los 100 millones de hace menos de una década. Una mayoría indica que han pedido préstamos, no para darse lujos sino para cubrir necesidades. El aumento de las deudas amenaza con dejar en bancarrota a cada vez más familias.
¿Una nación feliz?

Obviamente estos cálculos incluyen varias duplicaciones. Muchos de los 20 millones de desempleados están entre los 35 millones por debajo del nivel de pobreza. Muchos de los niños mal alimentados también se encuentran entre aquellos listados con discapacidades de aprendizaje en el crecimiento sin tratar y casi todos están entre los 35 millones de pobres. Muchos de los 37 millones de usuarios de drogas para control mental también están entre los 25 millones que buscan ayuda psiquiátrica.

Algunos de estas privaciones y aflicciones no son tan serias como otras. Los 80 millones que viven bajo el nivel de ingreso “mínimo aceptable” podrían ser parte de una categoría demasiado vaga e inclusiva para ciertos observadores (quienes disfrutan de una gran distancia de la línea de pobreza). Los 40 millones sin seguro medico no son afectados por una actual catástrofe pero se enfrentan a una potencial (aunque la ausencia de seguro médico por lo general conduce a una falta de cuidado y eventualmente a una seria crisis de salud). Podríamos no considerar a los 5.5 millones de arrestados que viven serias angustias, ¿pero que hay de los 1.5 millones que están en servicio y que hay de sus víctimas? Si contáramos solo los 150.000 que sufren una discapacidad relacionada al trabajo en lugar de los cinco millones con accidentes laborales, solo la mitad de los 20 millones de desempleados y subempleados como para no duplicar los números de pobreza, solo el 10% de los 1.1 millones de ancianos internados son maltratados (aunque probablemente el número sea mayor), solo el 10% de los 37 millones de usuarios regulares de drogas psicogénicas prescritas por médicos como con serios problemas, solo 5% de los 160 millones viven en familias con serias deudas (aunque probablemente el número sea mayor).

Si solo consideramos a aquellos que han soportado abusos físicos o secuelas, o que han sido afectados por una seria discapacidad, o una severa privación como ser malnutrición y vivir en la calle, solo aquellos que enfrentan muertes prematuras a causa de suicidios, asesinato, abuso de drogas y alcohol, accidentes de vehículos, mala praxis médica, enfermedad ocupacional, y enfermedades sexualmente contagiosas, llegamos a la terrible suma de 19.000.000 de víctimas. Para poner la cuestión en perspectiva, en los 12 años que vieron a 58.000 de americanos muertos en Vietnam, varios millones murieron prematuramente dentro de EEUU por causas no naturales y habitualmente violentas.

Dejando a un lado las cifras oficiales, nos enfrentamos a un oculto holocausto, una patología social de terribles dimensiones. Más aún, los números de arriba no cuentan la historia completa. En casi todas las categorías existe un número de personas sin advertir. Por ejemplo, los 35 millones que viven oficialmente en la pobreza se basan en información de un censo que no cuenta a personas sin hogar, ni aquellos que viven en áreas rurales remotas y en barrios urbanos densamente poblados. Además, la línea designada a la pobreza está establecida en un nivel irrealmente bajo y no toma en cuenta suficientemente de que manera afecta especialmente a la alimentación básica, a los combustibles, gastos del hogar, y medicina privada que consumen un desproporcionado monto de los ingresos más bajos. Algunos economistas estiman que actualmente unos 46 millones viven en condiciones de necesidad.

También se dejan de lado las más de dos mil muertes anuales en la armada americana en entrenamientos y accidentes de transporte, y los tantos asesinatos y suicidios en la vida civil que son juzgados incorrectamente como muertes por causas naturales, junto con las muertes prematuras de cáncer ocasionadas por materiales radioactivos u otros cancerígenos en el medio ambiente. Ahora se cree que casi todas las muertes por cáncer son por causas humanas.

Los números de fatalidades no incluyen personas que están discapacitadas o enfermas de los más de mil químicos potencialmente tóxicos que las industrias expulsan en el ambiente año tras año, y que mueren años después pero prematuramente. En la actualidad existen al menos 51.000 vertederos tóxicos industriales a lo largo del país que representan serios peligros a las comunidades, tierras de cultivo, napas de agua, y ganado. Un estudio del gobierno ha concluido que el aire que respiramos, el agua que bebemos, y la comida que ingerimos son quizás en la actualidad las principales causas de muerte en EEUU.

Ninguno de estos números incluye la infelicidad, tristeza, y heridas emocionales a largo plazo infligidas sobre los tantos millones de seres amados, amigos, y miembros familiares cercanos a las víctimas.
Volviendo a Francia, seguro, creo que debería haber un compromiso en ciertas cosas en el futuro porque la verdad es, los franceses están perdiendo la mira de lo que es importante porque tienen lo que muchos no tienen. Es como jugar al Simulador de Ciudad (Sim City). Si aumentas los impuestos en la ciudad que tú creas, nadie quiere venir; si los bajas, no puedes brindar servicios, y luego que la gente se muda por los bajos impuestos, pronto se irán a causa del crimen, o los incendios, o por la falta de hospitales, etc. Un político es maldecido si hace y si no hace. Tuve que dejar de jugar porque no importaba que tan duro intentara dar a mis ciudadanos una ciudad hermosa y bien planificada, nunca podía complacerlos. Obviamente, tampoco podía John Kennedy. Pero lo intentó. Y para él, no era un juego.

Pero de todas maneras, una sociedad similar a la de Francia es lo que yo creo que John Kennedy tenía en mente. No es perfecta, pero es mucho mejor para la gente de lo que es en EEUU.

Ahora, vayamos a nuestro episodio de Farewell America. Lee la historia, las palabras, del hombre que pudo haber llevado a EEUU a un camino de buena vida para todos sus ciudadanos, más que lo que ha sucedido desde aquel terrible día de noviembre, un abismo cada vez más grande entre ricos y pobres, con los ricos siendo un pequeño porcentaje de la población, y la vasta mayoría de los americanos viviendo en el borde del desastre inminente en todas las áreas de sus vidas.
Todo arte de gobernar está fundado en la indiferencia de la mayoría de aquellos involucrados. De lo contrario, el arte de gobernar es imposible. ~ Disraeli
Los presidentes están destinados a no ser amados. La virtud no anima a la admiración. Para un presidente no hay mejor manera de atraer un creciente número de enemigos que expresándose explícitamente con la multitud de sujetos por los cuales está preocupado. Son las pequeñas cosas que dividen una nación.

Para Kennedy, “el poder sin justicia no tiene sentido”. Pero la política no se preocupa por la moralidad o los sentimientos, y fue por su fría lógica y sinceridad que Kennedy fue desafiado, e incluso detestado, durante toda su vida. El resentimiento lo rodeaba. No solo el odio de la extrema derecha, los grandes hombres de negocios, los petroleros o los militares; no solo el fanatismo de los extremistas de la Sociedad John Birch o del Ku Klux Klan. Las organizaciones y corporaciones con poco en común, sean financieras, ideológicas, o simplemente mediocres o pusilánimes, se unieron en un frente común contra el invasor. Sus adversarios incluían doctores y abogados, personajes de la iglesia y especuladores, la Legión Americana, oficiales del gobierno, diplomáticos profesionales, y sindicalistas. (1) Para mantener el balance, la extrema derecha incluso reunió fuerzas con la izquierda utópica para oponérsele. El presidente de los derechos civiles, el presidente inteligente y compasivo incluso cosechó negros, pobres e intelectuales entre sus enemigos.

Muchos intelectuales angustiados sintieron que él había tomado ventaja de su posición para seducir a sus hermanos y traicionar su vocación. Para ellos, los profesores de Harvard eran masilla en las manos de los políticos profesionales. Vieron el interés del presidente en la filosofía y las artes como una artimaña diseñada para neutralizar su oposición absorbiéndola. Pensaron que era algo vergonzoso intercambiar intelectuales de primera clase como aquellos en la vanguardia de la Nueva Frontera por políticos de segunda clase, y para ellos un político solo podía ser de segunda clase. También reclamaron que Kennedy, como Carl Sandburg, era demasiado progresivo para EEUU. Otros, muy por encima en sus torres de marfil, consideraron que el respeto de los intelectuales no tenía nada que ver con los trágicos problemas de los tiempos, los aspectos prácticos que evitaban habitualmente. Respecto a los intelectuales liberales, ellos criticaron a Kennedy por no lanzar una cruzada ideológica. Vieron al presidente como muy tímido. Les hubiera gustado haber visto causas perdidas, más grandes déficits, proyectos más elevados. Querían que él eliminara a los conservadores. El hecho que Kennedy se volviera casi tan popular como Eisenhower reforzó sus sospechas. No fueron capaces de aceptar la idea de un presidente popular. Para ellos, su popularidad era suficiente para descalificarlo por intelectual o liberal.

La izquierda utópica fue incluso más lejos. Pensaron que el presidente debía adoptar una política de estricta neutralidad en la Guerra Fría. Sintieron que un presidente realmente liberal debía seguir los pasos de Suiza, Suecia o inclusive India. Estaban totalmente opuestos a la disuasión nuclear, sea preventiva o coercitiva, y su credo era “mejor Rojo que muerto”. Los intelectuales más bajos acusaron a Kennedy de “subversión, sabotaje, corrupción, chantaje y traición”. Revilo P. Oliver (2) escribiría tiempo después en La Conspiración: “Mientras haya americanos, será recordado con disgusto. Si los EEUU se salvan por los desesperados esfuerzos de sus patriotas, un gran y glorioso futuro puede ser nuestro. Pero nunca debemos olvidar qué tan cerca estuvimos de la destrucción total en el año 1963”.

¿Kennedy se propuso “destruir” los EEUU cuando, el 27 de abril de 1961, expuso sus ideas sobre el servicio del gobierno?
“Ninguna responsabilidad del gobierno es más fundamental que la responsabilidad de mantener el más alto estándar de comportamiento ético por parte de aquellos que conducen los negocios públicos. No puede haber disentimiento en el principio de que todos los oficiales deben actuar con total integridad, absoluta imparcialidad y completa devoción para con el interés público.

“Por supuesto, los oficiales públicos no son un grupo aparte. Ellos reflejan inevitablemente el tono moral de la sociedad en la que viven. Y si ese tono moral es dañado – por competiciones atléticas arregladas o shows de preguntas de TV – por la difusión de conspiraciones de negocios para manipular los precios – por la complicidad de hombres de negocios y sindicatos con el crimen organizado – falseando los registros de gastos, ignorando las leyes de tráfico, o por mezquina evasión de impuestos – entonces la conducta de nuestro gobierno se verá afectada. Inevitablemente, los estándares morales de una sociedad influencian la conducta de todos aquellos que viven en ella – los gobernados y los que gobiernan.

La respuesta definitiva a los problemas éticos en el gobierno es gente honesta en un buen ambiente ético. Ninguna red de estatutos o regulaciones, sin importar que tan intrincadamente estén concebidos, pueden esperar tratar con la innumerable cantidad de desafíos posibles a la integridad de un hombre o su devoción al interés público. Por otra parte, se requiere de una regulación formal – regulación que puede delinear guías de políticas claras, castigar la corrupción y el doble-trato, y establecer un tono de ética general para la conducta de los negocios públicos”.
Al final de su discurso, el presidente declaró que estaba emitiendo una orden:
a) prohibir que los empleados federales acepten regalos;
b) prohibir que los empleados federales utilicen información no disponible al público para beneficio propio;
c) prohibir que los empleados federales utilicen su autoridad para inducir a otros a proveerles cosas de valor;
d) prohibir que los empleados federales acepten empleos externos cuando tal empleo fuese considerado “incompatible” con su servicio al gobierno.
Agregó que tenía la intención de emitir más regulaciones detalladas con respecto a la conducta de los empleados presidenciales. Finalmente, anunció que un miembro del Gabinete sería designado para coordinar todas las cuestiones relacionadas a la moralidad en el gobierno.

Obviamente, esto fue recibido con poco entusiasmo por ciertos empleados federales. Aún así, tuvieron la satisfacción moral de releer lo que Kennedy ya había dicho sobre ellos el 30 de enero de 1961:
“Me he prometido a mí y a mis colegas en el Gabinete en un continuo ánimo a la iniciativa, responsabilidad y energía en servir al interés público. Que todo sirviente público sepa, aunque su puesto sea alto o bajo, que la posición de un hombre y su reputación en esta administración serán determinadas por el tamaño del trabajo que haga, y no por el tamaño de su personal, su oficina o su presupuesto. Que quede claro que esta administración reconoce el valor del disentimiento y el atrevimiento – damos la bienvenida a la sana controversia como sello de un cambio saludable. Que el servicio público sea una orgullosa y vigorosa carrera. Y que cada hombre y mujer que trabaja en cualquier área de nuestro gobierno nacional, en cualquier rama, en cualquier nivel, sea capaz de decir con orgullo y honor en años futuros: ‘Yo he servido al gobierno de EEUU en esos momentos de necesidad para la nación’”.
La “iniciativa”, el “sentido de responsabilidad” y la “energía” del Departamento de Estado se convirtieron en una de las preocupaciones más inmediatas cuando asumió su cargo. “Foggy Bottom” era un enigma para Kennedy. “El Departamento de Estado es un tazón de gelatina lleno de gente que sonríe constantemente”, dijo a Hugh Sidey de Time. Sentía que verdaderamente nadie llevaba la delantera, y sus directivas a Dean Rusk tenían poco efecto. La única solución era una reorganización, y si la Casa Blanca hubiera tenido la oportunidad, lo hubiese llevado a cabo. En cambio, los asistentes del presidente se dedicaron a los comentarios ácidos como el siguiente: “Este es solo el último y el peor en un largo número de borradores enviados aquí para firmar por el presidente. La mayoría de las veces no tienen importancia, supongo, si el estilo de escritura es fatigante, el pensamiento banal y la sintaxis burocrática, y ocasionalmente cuando sí tiene importancia, los borradores del Estado son muy buenos. Pero a veces, como en este caso, no lo son”.

Kennedy y sus asesores querían una renovación completa de la política exterior americana, no solo de su estilo y métodos, sino también de su orientación. Los antiguos del Estado consideraron a esta cruzada activista como totalmente inocente. El "grupo de pantalones caídos" en Foggy Bottom tenía poca confianza en este imperio Platónico de moderno vestido. Consideraron a la Nueva Frontera como más cerca de la ilusión que de la esperanza. Creían que la sabiduría de una política es menos importante que su continuidad, y que la marca de un novato diplomado es su inhabilidad, o su rechazo, a ver que cualquier cambio en política, sea para mejor, implica un reconocimiento de errores pasados y que en consecuencia es perjudicial para el prestigio nacional. El diplomado profesional prospera en la rutina y evita hacer olas. Reemplaza una poderosa expresión con una suave frase. Disimula las realidades de esta “cólera planetaria por la violencia revolucionaria, ferocidad y odio” con eufemismos como “esta gran lucha por la libertad”, el “mundo libre”, y “soberanía nacional”. (3)

Dean Rusk es ciertamente un buen hombre, pero como Secretario de Estado no tenía propósito. Se molestó amargamente ante las impertinencias y dio la bienvenida a la interferencia de la Casa Blanca en los asuntos del Departamento de Estado. Como la mayoría de sus subordinados, sintió que la capacidad de las palabras, frases y estilo para dominar las realidades políticas o económicas del mundo moderno nunca debían subestimarse – que una conferencia de prensa no es sustituto de una política exterior.

El presidente Kennedy quería ser su propio Secretario de Estado. Siempre estuvo interesado en los asuntos exteriores, y si no siempre sabía donde terminaría, al menos sí sabía hacia donde se dirigía. En la Casa Blanca, estaba rodeado por un equipo de asesores conocidos como la “Pequeña Casa Blanca”, siendo sus pilares McGeorge Bundy y Robert Kennedy. (4) Una revista liberal británica, la New Statesman, escribió en 1963: “América no tiene un Secretario de Estado sino media docena”, y agrega, “la diplomacia Americana, como resultado, posee el improvisado sabor a un partido de fútbol en el césped de la Casa Blanca”. El autor también podría haber hablado de la política exterior de EEUU en las eras pre y pos Kennedy. La diplomacia americana nunca ha sido igual al poder de EEUU y sus objetivos internacionales.

En 1962, el Departamento de Estado estaba acosado por la ansiedad y la aprensión. Había una notable reducción en las posiciones de la vieja guardia. Las reglas establecían una jubilación anual del 3% para los rangos más elevados. Una directiva del presidente elevó este número a un 5%. En lugar de retirar a 60 diplomáticos, ese año fueron jubilados 100. Cuando Kennedy asumió, 13 de las 21 posiciones más elevadas en el Departamento de Estado eran ocupados por oficiales. En 1962, solo 6 eran hombres de carrera; los otros 15 fueron designados administrativos. Nombró a 80 nuevos embajadores, 35 de los cuales eran designados administrativos. (5) Sin embargo, la gente del Estado recordó que Kennedy había dicho durante su campaña, “El brazo clave de nuestra política exterior es nuestro personal de embajadas y de Servicio Exterior. En mis viajes a cada continente, siempre me impresiona el calibre de los hombres y mujeres del Servicio Exterior”.

Kennedy ubicó hombres en posiciones claves en las embajadas que el Departamento de Estado consideró, y continuó considerando, como novatos. Apuntó a un General como embajador en Francia, presidentes de universidades en Chile y Filipinas, abogados en Dinamarca, OTAN, y Costa de Marfil, a un editor como embajador en Guinea, escritores en Japón y Brasil, y profesores en Egipto e India. En la jerarquía del Departamento de Estado, los hombres jóvenes se fueron ascendidos repentinamente, y los diplomáticos más experimentados fueron ubicados en Washington. En la conferencia de Génova en Laos, Averell Harriman tomó la atrevida decisión de nombrar a William H. Sullivan, de Grado 3, por sobre las cabezas de hombres en Grados 1 y 2 simplemente porque los consideró más capaces. (6)

Kennedy ordenó a todos los embajadores de EEUU que supervisen y coordinen las actividades de todas las agencias americanas en sus respectivos países (con la excepción del aparato militar). Esta medida fue aceptada de mala gana por la Agencia de Inteligencia Central (CIA). Con un presupuesto del doble que el Departamento de Estado, mejor pago y con personal mejor calificado, oficinas políticas, grupos de planificación militar, unidades navales y aéreas, y el privilegio de no tener que rendir cuentas por sus actividades al Congreso, la CIA consideró la decisión presidencial como un ataque a sus más básicos objetivos. En los días de los hermanos Dulles, Allen (Jefe de la CIA) siempre había rendido informes directamente a su hermano Foster (Secretario de Estado). Pero en 1961, John Foster Dulles, no era más que una distante memoria, y luego del desastre de Bahía de Cochinos, Allen Dulles cayó en desgracia y fue reemplazado por John McCone.

Deseando inyectar nueva sangre en los puestos principales de la administración, Kennedy concibió la idea de sumar vice-presidentes corporativos a un año de servicio al gobierno. Pero los vicepresidentes vieron que era difícil ajustarse a las formas del gobierno, y habitualmente reaccionaban con el “Esa no es la forma que lo hacemos en Procter & Gamble”. El estilo Kennedy ya no encajaba con los grandes negocios como en épocas anteriores.

John Kenneth Galbraith, el embajador de Kennedy en India declaró, “un dólar o un rupio invertido en mejoras intelectuales de seres humanos generalmente traerá mayores ganancias nacionales que un dólar o rupia dedicada a trenes, máquinas u otros bienes tangibles”.

El presidente les dio la impresión a los altos oficiales y líderes de los departamentos que se habían quedado en el tiempo. Él no estaba preocupado por la jerarquía oficial, ni con las decisiones unánimes. En el nivel más alto, Kennedy había decidido abandonar la tradición de que todas las decisiones del Gabinete y del Consejo de Seguridad Nacional sean aprobadas por la mayoría. Abolió los encuentros semanales del Gabinete, de los Secretarios del Gabinete, el cuerpo administrativo del Consejo de Seguridad Nacional, el Comité de Coordinación de Operaciones, y docenas de comités inter-departamentales. Él lo llamó “deshacerse de la burocracia”, y justificó sus acciones diciendo que no veía razón para que el Director General de Correos estuviera preocupado por los problemas en Laos.

Algunos oficiales renunciaron, pero la mayoría decidió seguir. Las administraciones pasan, pero el servicio civil continúa. Solo estaban atravesando un período difícil. Muchos miembros de la Legión Americana estuvieron de acuerdo. Se habían opuesto a Kennedy desde que había declarado, en 1947, que “los líderes de la Legión Americana no hicieron nada bueno desde 1918”. (7)

Los periodistas criticaron la manera en la que Kennedy “manejaba” las noticias. (8) Mark S. Watson del Baltimore Sun se quejó de que “cada periodista es un arma en manos del gobierno”, y Arthur Krock, columnista veterano del New York Times, escribió en Fortune:
“Con mis 50 años de informar, de hacer edición ejecutiva, y como comentarista editorial de las noticias, en su mayoría en Washington, tengo dos juicios generales que decir respecto al manejo de las noticias por parte del presidente actual y (teniendo en cuenta una comprensión de su voluntar y actitud) y por su administración como un todo:

1. Una política de manejo de las noticias no solo existe sino que ha sido llevada a la práctica más cínicamente y audazmente que con cualquier otra administración previa en un período en el que EEUU no estaba en guerra o sin perspectivas de volver a estar al borde de la guerra.

2. En la forma de acción indirecta pero igualmente deliberada, la política ha sido mucho más efectiva que la acción directa de colorear los varios hechos de información pública, porque ha sido empleada con delicadeza e imaginación por los cuales no existe paralelo histórico que yo conozca…

El manejo de las noticias por indirectas, aunque persiga el mismo objetivo como manejo activo, requiere una definición más amplia. Una de las formas principales que toma en la presente administración es la adulación social de los periodistas y comentaristas de Washington por parte del presidente y sus subordinados de alto rango”.
La prensa ha privilegiado al atractivo candidato y la fotogénica Primer Familia. Las nuevas políticas del presidente fueron recibidas con poco entusiasmo. El engaño periodístico es parte de la política, pero eso irritaba al presidente. Su personal también era conocido por cometer errores, y el mismo cometió algunos errores, como por ejemplo cuando canceló la suscripción del New York Herald Tribune para la Casa Blanca.

Comúnmente Kennedy demostraba más virtud que sabiduría en sus dieciocho meses en el cargo. Su torpeza con respecto a la prensa era típica de la concepción aristocrática y plutocrática del escritor y periodista que es uno de los rasgos dominantes (aunque lo negaran) de la familia Kennedy.

Los emisarios del Señor eran apenas más favorables. Las iglesias atacaron las diabólicas privadas vidas del presidente y de la primera dama. Pero eso no fue todo. Las iglesias Protestantes no estuvieron felices con la nominación del candidato católico. El Reverendo W. A. Criswell, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Dallas (con un presupuesto anual de $195,000) declaró en 1960: “La elección de Kennedy podría ser la muerte de una iglesia libre en un estado libre”. Luego, agregó: “La abolición de la segregación es tan ridícula como temeraria”, y “El juicio del Señor caerá sobre aquellos que escandalizan”.

Cuando presto juramento de cargo, Kennedy fue atacado por no apoyar su mano sobre la Biblia. Lo hizo (aunque la Constitución no lo requiere), pero las cámaras de TV no lo enfocaron, y si no lo hubiera hecho, nadie se habría sorprendido. El Reverendo Norman Vincent Peale habló por los muchos protestantes cuando dijo, “Kennedy no está apto para aceptar el cargo de Presidente. Nuestra civilización americana está en riesgo. No digo que no vayamos a sobrevivir a la elección de Kennedy, pero ya no será lo mismo”.

Cuando uno de sus miembros era elegido para la presidencia, la Iglesia Católica Americana era apenas más entusiasta. Los católicos eran críticos del “izquierdismo” de los asesores del presidente Kennedy. ¡El presidente incluso fanfarroneaba con que había asistido a escuelas públicas! El antiguo Cardenal Spellman, líder espiritual del Catolicismo Americano, animado y activo Republicano y vehemente anti-comunista, perdió la influencia de la que había disfrutado en la Casa Blanca en épocas de John Foster Dulles. No hizo secreto el hecho que le resultaba desagradable, por no decir escandaloso, que el primer católico elegido a la presidencia sea también el presidente más secular que los EEUU habían conocido. La revisión Católica Americana escribió en su editorial del 13 de enero de 1962:
“En vista de su peculiar posición, no esperamos que el Sr. Kennedy haga presentaciones excesivamente amistosas con cualquiera conectado con su Iglesia. Ciertamente, él ha tallado cuidadosamente a una línea que le permite dar larga vida a esas expectativas negativas. Raramente se encuentra en posiciones en las cuales podría ser fotografiado con Cardenales u otros dignatarios de la Iglesia.

“Es significativo, por ejemplo, que no había fotógrafos presentes para la relativamente poco publicitada visita del Cardenal Secretario del Estado a la Casa Blanca en diciembre.

“Toda fotografía publicada de ese breve encuentro le hubiera costado al Sr. Kennedy 10.000 votos del Cinturón Bíblico en 1964, y el Sr. Kennedy, que es un político experimentado, apenas se le puede pedir que pase por alto semejante evidencia real de la vida pública en América.

“Estos cálculos no son muy valientes pero, después de todo, John Kennedy no es el primer presidente de EEUU que tuvo que conspirar su camino a través de encuestas de opinión del centro Protestante de esta nación.

“Por otra parte, fotografías del presidente con voceros protestantes como el Evangelista Bill Graham son oro 14 kilates”.
Los líderes del Catolicismo Americano también atacaron a Kennedy por rechazar designar un embajador en el Vaticano, por rechazar la idea de una “guerra santa” contra la Unión soviética, y por estar a favor del control natal. Inclusive lo criticaron por no hacer Misas en la Casa Blanca. (9) Cuando, en 1961, Kennedy envió un Proyecto al Congreso autorizando ayuda federal para colegios primarios y secundarios, pero negándosela a los colegios parroquiales y otras controladas por la iglesia como lo estipula la Constitución, las protestas llovieron desde los judíos, protestantes y católicos. La reacción conjunta de las iglesias fue tan vehemente que el proyecto fue rechazado. Al año siguiente, los eclesiásticos, volvieron a la carga cuando Kennedy propuso, como parte de su proyecto de reforma impositiva, modificar el sistema de deducciones de impuestos para contribuciones a obras de caridad (que había alcanzado el verdaderamente “divino” número anual de $7.5 billones).

En el bando del odio también estaban los ricos. No solo aquellos que temían por sus privilegios (en su mayoría), sino también aquellos que estaban irritados por los refinamientos del estilo de vida de los Kennedy. La aristocracia americana había aprendido que los Kennedy nunca hablaban de dinero en la mesa, que lo consideraban fuera de lugar y no que era de interés. En cambio, hablaban de política, y cuando había mujeres o invitados presentes, sobre arte. ¿Esta gente realmente se imaginó que no había conexión entre política, o arte, y dinero? ¿O habían dejado a su padre la tarea de hacer dinero, para que pudieran continuar viviendo solo para sus ideas, en ignorancia del “secreto del gobernante”? (10) ¿Que se pensaban que estaban haciendo estos Kennedy, pidiendo a su cuñado (11) que establezca un sistema que provea asistencia legal a los pobres?

Los pobres también eran comúnmente reticentes. Treinta millones de americanos blancos, (12) la mitad de ellos en el sur, ganan menos de $3.000 por año. No calificados y sin paga, muchos de estos sin recursos son también incompetentes y perezosos, y mientras son concientes que son explotados por sus empleadores sureños, también se dan cuenta que no podrían vivir sin ellos. “Los Republicanos son buenos para los negocios…”. También estaban los doce mil americanos que, sin su piel blanca, no tendrían nada. Estos pobre blancos siempre podían mirar desde arriba a los Negros, aquellos don nadie que Kennedy quería convertir en alguien.

Ninguna región en EEUU podía identificarse completamente con John Fitzgerald Kennedy. El americano promedio, y no solo en el medio oeste, es un hombre de hábitos – incluso se podría decir de prejuicios. Gusta de su simple comida y su estricta religión, y prefiere productos de producción americana. Desaprueba los amoríos a corto plazo y la gente que es abiertamente crítica. Ve a los foráneos como buenos para nada si no los ve completamente inferiores, y ve al sistema americano como el mejor del mundo.

El Americano promedio probablemente no fue tan lejos como aquellas pancartas en Missisipi que llamaron a los votantes a que “Golpearan a los Kennedy”. A los Kennedy: no solo el presidente, sino su esposa, sus hermanos, sus hijos, e inclusive sus ancestros. Pero el americano promedio tenía poco en común con la Primera Familia, y juzgó al presidente como una amenaza a su estilo de vida.

La profesión médica provee un interesante ejemplo de este fenómeno, ya que su odio superaba a todas las demás. Su objetivo era un hombre que creía que los doctores debían seguir recordando al Esculapio y dedicarse a curar a todos los enfermos. Pero los doctores estaban más ansiosos acerca de los cambios que Kennedy quería hacer de las leyes de Seguridad Social, iniciativas que serían consideradas como tímidas en comparación a los sistemas existentes en la mayoría de las naciones europeas. (13) El Doctor Fishbein, vocero oficial de la Asociación Médica Americana, declaró en 1939:
“Efectivamente todas las formas de seguridad, seguridad compulsiva, incluso contra los ancianos y desempleados, representa un comienzo de invasión por parte del estado en la vida personal del individuo, representa un arrebato de la responsabilidad individual, un debilitamiento de calibre nacional, un paso definitivo hacia el comunismo o el totalitarismo”.
Tan pronto como ingresó en la Casa Blanca, Kennedy volvió su atención a los problemas de salud de los niños, los ancianos y los pobres. Eran el tema del discurso que nunca llegó a dar en Austin. No solo quería establecer un seguro médico estatal para ancianos y los desempleados, sino declarar como ilegales las deducciones de impuestos por expensas médicas injustificadas o exageradas. Quería que el gobierno federal cuidara de los inválidos, deficientes y niños con retraso, y que cubriera el costo de las excepcionalmente caras facturas de cirugías para familias de bajos de recursos. También notó que el 40% de todos los estudiantes de colegios pertenecían al 12% de familias americanas con ingresos de más de $10.000 por año. Él quería, si no podía reformar las escuelas médicas, al menos ayudar a los “jóvenes talentosos sin dinero incapaces de costear la escuela de medicina”. (14) Propuso crear 40 nuevas escuelas médicas y dentales. Ya estaba pensando en las necesidades del país en 1970. (15) Pero la AMA tildó las propuestas de Seguridad Social de Kennedy de “crueles mistificaciones”. A lo cual Kennedy respondió, en privado que esta “mistificación” solo era “cruel para algunos de sus tiranos, sus exclusividades, y sus negocios”. El odio visceral hacia Kennedy está ejemplificado por un doctor de Oklahoma citado en el libro de Manchester que del asesinato de Kennedy dijo, “Bien, espero que vayan por Jackie”, y el otro doctor que gritó a un colega, “El paseo ha terminado. Esto es algo que Papá Joe no puede arreglar”.

John Kennedy continuó albergando el sueño de esa América de la cual él era responsable. El 9 de abril de 1963, habló a sus conciudadanos americanos del “Pueblo Cualquiera”, un hipotético pueblo de 100 ciudadanos, de los cuales diez eran negros y seis vivían solos.

La mitad de las familias de Pueblo Cualquiera son dueños de sus casas. El periódico local es Republicano, pero la mayoría de sus periodistas son Demócratas. Cuando dejan el colegio, los hijos de los ciudadanos de Pueblo Cualquiera tendrán dos veces más chance de ser desempleados. Las esposas de estos ciudadanos saben que hay seis veces más visitantes a los parques nacionales que cuando eran jóvenes (a la mitad de los habitantes les gusta nadar en verano), pero todos los años ven a sus playas favoritas y lugares verdes ser engullidos por compañías comerciales. La mayoría de los estudiantes nunca terminó el secundario, pero todos quieren que sus hijos tengan una educación, e incluso les gustaría verlos ir al colegio para que puedan ganar mejores salarios y tener menos oportunidades de ser desempleados.

Sin embargo, solo 16 de sus 24 hijos terminarán el secundario, y solo 9 irán a la universidad. Para los otros 7, la universidad es demasiado costosa ($1.500 por año en la estatal, y $2.000 en la privada), o simplemente no hay espacio para ellos. (16) Grandes cantidades de niños nacidos en la posguerra se acercan a la edad escolar. Habrá casi el doble de estudiantes en 1970 de los que había en 1960.

Los habitantes de Pueblo Cualquiera son míticos, pero también son mortales. Uno de ellos morirá durante el año, pero dos nuevos bebés nacerán. Cada ciudadano verá a un doctor cinco veces y a un dentista una o dos. Once serán hospitalizados. Pero muchos se preguntarán porqué no hay suficientes dotores, dentistas y hospitales. Como Kennedy señaló, “no hay doctores o dentistas en Pueblo Cualquiera”. Hace quince años, había 10 doctores en la región para 10.000 habitantes. Hoy, solo hay 9. En diez años más, este número habrá caído a 8.

Diez habitantes del pueblo requerirán tratamiento para enfermedades mentales o desórdenes de comportamiento. Tres de ellos son mentalmente retardados (si el pueblo fuera Sueco, solo uno sería mentalmente retardado), varios podrían curarse pero no tendrán la oportunidad.

Nueve de los habitantes tienen más de 65 años, y uno de ellos tiene más de 80. Noventa por ciento de ellos serán hospitalizados al menos una vez antes de morir, y el doble de veces que cuando eran jóvenes. Sin embargo, sus ingresos son ahora la mitad, y solo cinco de los nueve tienen algún tipo de seguro médico privado.

Y Kennedy continuó su parábola enfatizando que la adopción de estos nuevos programas de ayuda federales no afectaría de ninguna manera la independencia o la vitalidad de Pueblo Cualquiera. Enfatizó la necesidad de continuar el programa para el pueblo, donde una casa de cinco se encuentra en condición de pobreza o deteriorada. También dijo que los pagos de subsidios deben continuar, ya que una familia de ocho miembros posee ingresos inferiores a $35.

Se necesita un programa de entrenamiento vocacional porque un tercio de los desempleados en el pueblo no ha trabajado más de 15 semanas este año y no podrá conseguir trabajo de lo que saben. El gobierno debe aplicar sus esfuerzos en el campo de los derechos civiles, ya que las familias de color en el pueblo tienen el doble de posibilidades de ser pobres, y solo ganan la mitad que los blancos. Sus hijos solo tienen dos tercios de posibilidades de terminar la escuela, y tienen el doble de posibilidades de ser desempleados”. “Ninguna injusticia, crimen, enfermedad o suburbio puede limitarse a un grupo en el pueblo”, insistía Kennedy.

Pero en 1962, la mayoría de los ciudadanos estaban menos preocupados por los placeres y dificultades de la vida en el pueblo que con las tendencias del mercado de acciones. El desplome del Lunes Negro se sintió en todo el país. Unos pocos accionistas quedaron arruinados, pero muchos quedaron golpeados. El valor del porfolio nacional disminuyó en 137 mil millones de dólares el 21 de junio de 1962. Los dos millones de accionistas de la Compañía Americana de Telégrafos y Telefonía perdieron ocho mil millones de dólares. Los accionistas de Du Pont y General Electric, Aceros US y General Motors perdieron más de tres mil millones cada uno. Sears Roebuck, Minería y Fabricaciones Minnesota y Ford Motor Company perdieron más de dos mil millones, mientras que las garantías de Compañía de Aluminio de América, American Home Products, Bethlehem Steel, Eastman Kodak, General Telephone y Electronics, Reynolds Metal, R. J. Reynolds Tobacco, Texaco, Union Carbide y Westinghouse perdieron más de mil millones de dólares.

Como resultado de la lenta inflación y la depreciación de Bonos del Tesoro y otras garantías de ingresos fijos, los EEUU se habían vuelto una nación de accionistas. Muchos americanos habían invertido en el mercado de acciones para cubrir el costo de una casa, la educación de una universidad para sus hijos, o un viaje a Europa. El accionista promedio no fue el único en salir herido. Los empleados de firmas con esquemas que comparten ganancias y las personas retiradas que habían invertido 21 mil millones de dólares en el intercambio de acciones también vieron disolverse sus inversiones (17).

Las declaraciones de fondos mutuos y los informes de los analistas en seguridad hicieron circular estos números entre los preocupados accionistas. Pero dieciocho meses después, se abstuvieron de informar con igual clamor que el promedio del Dow Jones era nuevamente positivo. Es verdad que el presidente recién había sido enterrado. En aquel entonces, la administración estaba preocupada por el problema agrícola, (18) y es probable que la mayoría de los accionistas tuvieran un recuerdo más claro del susto de 1962 que de la subsecuente recuperación del mercado. “Votaremos por Goldwater en 1964, y si Kennedy es reelegido compraremos una isla en el Océano Índico”, dijeron muchos.

Kennedy era un pequeño y frágil muchacho que le gustaba leer en la cama. Le interesaban las historias del los Caballeros de la Mesa Redonda y las hazañas del Duque de Marlborough. Eligió seguir sus pasos, y dar rienda a su propia Cruzada. Cada nuevo amanecer, hacía sonar la trompeta y llamaba a su nación a las armas. “El país estaba despierto e inquieto. Pero los malvados han surgido junto con los buenos, los inactivos con los trabajadores, los despiadados con los piadosos, los pobres con los ricos, los enemigos con los amigos, los beneficiarios de la oscura noche con los hombres de la clara mañana”. (19) A veces parecía como si solo los niños lo aceptaban sin reservas. La hija del juez de la Corte Suprema de Justicia, Byron White, dijo a su padre la noche del 22 de noviembre, “Papi, ¿cuándo seremos felices de nuevo?”.

La gente, para excusarse de su egoísmo, cree que está en lo correcto porque son el pueblo, olvidándose que son solo un momento del pueblo. Winston Churchill habló de la “debilidad de los buenos”, pero, ¿era la debilidad de participar por completo en los problemas de aquellas épocas, y asumir la responsabilidad por el pueblo del momento, o también de las generaciones por venir?

Algún día, a pesar de todas las barreras, a pesar de todos los hombres armados, ¿ingresará la amabilidad y la justicia a Pueblo Cualquiera?

Entre la multitud se encontraba una cantidad de personas importantes. Roy Cohn, por ejemplo. Para aquellos que no conocen este nombre, Roy Cohn es el hijo de un juez, graduado de la Universidad de Leyes de Columbia, que era asistente del Fiscal General James McGranery antes de unirse al personal del Senador Joseph McCarthy.

Cohn fue considerado, durante mucho tiempo, uno de los jóvenes más brillantes de EEUU. “Obtuvo más notoriedad, más fama, más éxito material, y más enemigos de los que cualquier hombre puede tener en toda una vida”. Otros señalaron que siempre le fascinaban los rompecabezas, y que de cierta manera él mismo era un rompecabezas. Investigador anticomunista, luego consultor financiero, fue acusado de suministrar falsos testigos y de utilizar informantes.

Al momento de conocerse, Roy Cohn y Robert Kennedy sabían que había muchas cosas que los separaban. (20)

Robert Kennedy era un Kennedy. Cohn era un judío y casi sin un centavo. Se propuso hacer dinero, luchar por estar a la delantera, moverse cuidadosamente y tramar su venganza. Sus precipitadas iniciativas, los malos cálculos de McCarthy y su creciente vendetta con Bob Kennedy casi fueron su final.

El lema personal del Cohn era, “Es rentable”. No es una idea muy original, pero el hombre tenía energía y talento, y era un notable apostador. Le hubiera gustado haber sido la cabeza de una gran corporación. Mientras su carera política estuvo temporalmente en peligro, volvió su atención hacia otras cosas. Especialista en promociones comerciales, especuló con algunas operaciones de alta diversidad que se extendían desde Nueva York a América Central e incluso hasta Hong Kong, y realizó algunas notables hazañas. Quería transformar la Corporación Lionel, un antiguo fabricante de trenes de juguete, en un gigante de la electrónica. La compró por $900.000 y designó a un General (21) para manejarla, con la idea que sería un negociador ideal con el Pentágono. Pero Roy Cohn, aunque era un excelente especulador, no era hombre de negocios, y pronto se cansó del juego. También tenía un enemigo muy poderoso en Washington – el Fiscal General Robert Kennedy – que observada todos sus pasos, esperando que cometiera un error.

Cohn perdió $500.000 en Lionel, y su vida comenzó a caerse a pedazos a su alrededor. En 1961, ciertas compañías a las que servía como consultor perdieron $2.5 millones de dólares, y $4 millones al año siguiente. La cruzada del Fiscal General contra el crimen organizado le preocupó directamente. Un abogado o consultor legal no siempre elige a sus clientes, y no tiene control sobre sus acciones.

Ascético playboy y apostador sin suerte, Cohn era visto habitualmente en Las Vegas, donde personas como Moe Dalitz, que había sido uno de los objetivos del Comité Kefauver, y el petrolero Sam Garfield eran los más inocuos de sus conocidos. Existe un largo trecho entre el mundo del crimen y el mundo del petróleo, pero Cohn fue consultado en varias ocasiones por los ejecutivos de grandes corporaciones petroleras, y en particular por Haroldson Lafayette Hunt (a quien conocía cuando trabajaba para McCarthy) y por algunos de los conocidos del Sr. Hunt, quien tenía incómodos problemas en relación a complejas cuestiones legales.

Roy Cohn nunca era consultado en vano sobre cuestiones de especulación financiera. Su talento residía en analizar los problemas, en delinear ideas conjuntas y en proponer soluciones. Otros eran los encargados de llevarlas a cabo. Hablando de sí mismo, dijo: “Soy un hombre más joven cuando trato con hombres más viejos”.

Pero el tiempo se estaba acabando para Roy Cohn. En septiembre de 1963, sus actividades especulativas lo llevaron frente al Gran Jurado del Estado de Nueva York. (22). Hoy, cinco años más tarde se duda que el Sr. Cohn recuerde todas las cuestiones por las que pasó en 1963. Según señaló la revista Life, “Tiene trato con tanta gente que podría confundirse un poco acerca de quien vio y a quien no”. Sin embargo, Roy Cohn logró un gran trato ese año.


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NOTAS

1. Aunque era pro-laborista y amigo personal de líderes de sindicatos de comercio como George Meany, los sindicatos se volvieron en contra de Kennedy cuando intentó poner fin a algunos de sus abusos. Estaba, por ejemplo, su conflicto con los sindicatos de trabajadores ferroviarios. La administración quería eliminar a los bomberos de las máquinas diesel y recortar el número de tripulación debido a la automatización. Las regulaciones que datan del tiempo de las máquinas a vapor ya no se podían justificar ahora que se utilizaban máquinas diesel. El tren de Chicago a Denver, que cubría 1800 Km. en 16.5 horas, cambiaba tripulación ocho veces, cada 220 Km., y cada tripulación recibía 1.25 de paga por cada dos horas de trabajo.

2. Profesor de Lenguas Clásicas de la Universidad de Illinois.

3. Arthur Schlesinger.

4. También conocido como el “Grupo de los Jueves”. Otros miembros fueron George C. McGhee, Paul H. Nitze, y Walt W. Rostow.

5. Durante la presidencia de Eisenhower, solo veinte puestos de embajadores fueron ocupados por cónsules que no habían hecho la carrera diplomática.

6. A diferencia del Servicio Civil, la clasificación del Servicio Exterior comienza en 8 y llega al 1.

7. En 1964, la Legión Americana organizó su convención anual en Dallas. Desfilaron por Dealey Plaza donde Kennedy había sido asesinado, y nadie se detuvo.

8. Registros estadísticos muestran que en octubre de 1961, había 8,150 personas involucradas en actividades de información del gobierno federal (en oposición a las 3,632 de 1952), y que 3,515 de estos especialistas estaban trabajando en Washington, cubiertos detrás de una variedad de títulos oficiales.

9. La única misa celebrada en la Casa Blanca fue el 23 de noviembre de 1963, al día siguiente a la muerte del presidente.

10. “El hombre pobre cree que es amigo del pobre, y el rico sabe que no lo es”.

11. El Sargento Shriver, llamado por la revista Time como el "Zar anti-pobreza".

12. En 1963, este número cayó a los 25 millones.

13. En 1962, doctores de Saskatchewan, Canadá, hicieron paro por la misma razón.

14. Cuesta un promedio de $1,750 por año enviar a un niño al colegio. Las familias con ingresos inferiores a $6,000 anuales tienen dificultades para alcanzar estos gastos. La ayuda escolar promedio por un estudiante de medicina es $500, contra $1,600 de un biólogo. Las escuelas de Medicina son reticentes para admitir mujeres.

15. Su propuesta de cuidados médicos para ancianos, que agregaba un 0.25% a las deducciones de Seguridad Social, fue adoptado en 1967.

16. Estadísticas de 1963.

17. Se ha calculado que una persona que invirtió $ 10,000 en el Mercado de acciones en enero de 1961, al comienzos de la era Kennedy, solo le quedaban $7,900 luego de la caída del 18.8% del Dow Jones en junio de 1962.

18. Los precios agrícolas habían caído, en 1963, a 86 tomando como base la indexación de 100 de 1960, pero la parte del presupuesto familiar dedicado a alimentos había caído del 26.9% en 1947 a 20% en 1960, y a 18.8% en 1963.

19. Hans Habe.

20. Robert Kennedy también trabajó como personal del Senador McCarthy cuando Roy Cohn era su principal asesor legal. Luego escribió que el error más grande del senador había sido su confianza en Roy Cohn y su ayudante G. David Schine.

21. Brigadier General John B. Medaris, antiguo Comandante del Arsenal Redstone.

22. Afortunadamente para él, existe algo de justicia en el mundo. El problema fue encausado en 1964 luego de una serie de negociaciones e intervenciones.

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