Susan Lindauer, Ex-Operativo de Inteligencia de los Estados Unidos: La Mossad sabía que el 11-9 venía

Michael Collins
American Politics
02/03/09

Susan Lindauer hace sonar la alarma de nuevo – Ex-acusada de ser Agente iraquí, revela hechos sobre advertencias del 11-9.

Los federales desecharon todos los cargos contra Susan Lindauer y ahora habla libremente. La entrevista de Michael Collins con Lindauer es acerca de las advertencias hechas a la administración de Bush y Cheney antes del 11-9. Presenta información enteramente nueva desde un ángulo que substancialmente propagará conocimiento sobre el terrible ataque.

Washington, DC (electionfraudnews.com) – Escribí primeramente acerca de la lucha de Susan Lindauer contra el régimen Bush-Cheney en octubre de 2007 en el artículo “Casandra Americana: La historia de Susan Lindauer”. Que fue publicado originalmente en “Scoop" Independent Media (serie completa) y después re-publicado por una gran variedad de consternados sitios web de noticias y blogs . Esta entrevista sigue la pista de la completa exoneración de los cargos contra ella justo después de la toma de protesta del Presidente Obama el 20 de Enero de 2009. Esta es la primera entrevista a fondo que Lindauer ofrece respecto al 11-9; A continuación una parte de la misma.


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Le pedí a a la Srita. Lindauer que hiciera una declaración acerca del por qué está dispuesta ahora a entrar en detalle acerca del 11-9 y sobre el manejo de la información de inteligencia por parte de los gobiernos anterior al 11-9.

Por cinco años, fui el blanco de la persecución del Presidente Bush contra los americanos que se oponían a la Política Bélica en Irak. En marzo de 2004, el Departamento de Justicia me procesó por actuar como una “Agente iraquí no registrada” (no por espionaje), porque le entregué una profética carta a Andy Card, primo segundo mío y ex-Jefe de Asesores del Presidente Bush, alertándolo de las terribles consecuencias de la guerra.
Y lo que es más peligroso aún: decidí hablar. En febrero de 2004 tuve un acercamiento con los senadores veteranos Trent Lott y John McCain y les pedí que testificaran frente la distinguida nueva Comisión Presidencial sobre la Inteligencia Previa a la Guerra de Irak. En menos de un mes, estaba asombrada de despertarme una mañana al escuchar a agentes del FBI (Buró Federal de Investigaciones) golpeando la puerta de mi casa en Maryland con una orden de arresto.

La acusación me llamaba “Susan Símbolo”. Una notación extraña, no apoyada sobre ninguna evidencia o acción en la acusación. Sin embargo, tenía el propósito crucial de comunicar la advertencia de que cualquiera que rompiera filas con la administración Bush sería brutalmente aplastada como yo.

El hablar la verdad mientras el Presidente George Bush estaba en la Casa Blanca era el peor crimen de todos. Era traición.

Pero qué exactamente quería esconder el gobierno de los Estados Unidos?

La respuesta es más profunda de lo que usted cree. En el primer artículo de esta serie, escrita y editada con ayuda de Michael Collins, hablamos de la advertencia del 11-9 que mi equipo entregó a la Oficina de Contra-Terrorismo del Departamento de Justicia en Agosto de 2001.

Para aquellos que pensaban que habían escuchado todo sobre el 11-9, se sorprenderán.

Susan Lindauer, 1 de Marzo de 2009.
Entrevista Michael Collins con Susan Lindauer

Michael Collins: Qué confirmación nos puede dar de que usted en realidad advirtió sobre el 11-9 varios meses antes del ataque?

Susan Lindauer: El 17 de Junio de 2008 la Corte le permitió a la Defensa nuestra primera y única audiencia pre-juicio en cinco años, la cual permitió en consecuencia a nuestro abogado que comenzara a confirmar que mis relaciones con mis contactos de inteligencia eran completamente auténticas e involucraban contra-terrorismo.

El Dr. Parke Godfrey, profesor asociado de ciencias de computación en la Universidad York en Toronto, testificó bajo juramento que comenzando el año 2000, y varias veces durante la primavera y verano de 2001, le advertí que esperábamos un gran ataque en la parte sur de Manhattan, y que el ataque involucraría al World Trade Center. El Dr. Godfrey aseguró en la Corte que había dicho al FBI acerca de mi advertencia durante una entrevista en Toronto en Septiembre de 2004, la cual fue presenciada por un miembro de la Real Policía Montada de Canadá.

Vale la pena resaltar que el Dr. Godfrey es un pensador científico, preciso, deliberado y metódico que escoge sus palabras cuidadosamente. En estilo, ha sido comparado con el Dr. Spock, de fama tras Star Trek. Hace que Leonard Nimoy se sienta orgulloso. Sería un testigo sobresaliente en cualquier audiencia del Congreso.

Citando a su testimonio en Junio de 2008, él dijo que yo le mencioné que “un ataque masivo podría ocurrir en la parte sur de Manhattan y que involucraría aviones y posiblemente una arma nuclear”.

Testificó que yo dije que “el ataque completaría el ciclo del primer bombazo al World Trade Center. Terminaría lo que comenzó en el ataque (al World Trade Center) de 1993”.

El Dr. Godfrey testificó que primero le mencioné la posibilidad del ataque en el año 2000, el cual coincidía con el Juicio Lockerbie. Luego durante la primavera y verano de 2001, le describí que la amenaza mucho más específicamente “involucraba aviones” y al World Trade Center.

En Agosto de 2001, le dije que el ataque era “inminente”.

Testificó que le pedía urgentemente que permaneciera fuera de la ciudad de Nueva York.

Collins: Qué antecedentes le permitieron hacer posible esta advertencia?

Lindauer: Durante la década de 1990, los Estados Unidos me usaron como canal secreto de contacto con oficiales libios e iraquíes en las Naciones Unidas, buscando aprovechar mi activismo anti-sanciones y anti-guerra para establecer contactos en las naciones que tenían sanciones, como apoyo a fines anti-terroristas. Establecí contacto con la Embajada Libia en Mayo de 1995 con el propósito de comenzar las negociaciones para el Juicio Lockerbie. Con esta ventaja, me reuní con diplomáticos libios aproximadamente 150 veces en los siguientes ocho años. Establecí contacto con la Embajada Iraquí en Agosto de 1996. A la par de proveer un canal secreto para la inteligencia anti-terrorista desde Baghdad, conduje charlas preliminares para restablecer las inspecciones de armas con el Embajador Iraquí en las Naciones Unidas, el Dr. Saeed Hasan, y otros veteranos oficiales iraquíes. Nuestro propósito era garantizar que Irak aceptara los rigurosos estándares de transparencia estadounidenses en los procesos de inspección antes que el asunto se llevara al Consejo de Seguridad de la ONU.

Debe se enfatizado que todo mi trabajo estaba fuertemente supervisado por manejadores de la Comunidad de Inteligencia de E.E.U.U. Y de la manera más inusual, desde nuestras primeras reuniones, los diplomáticos libios e iraquíes entendían a la perfección mi motivación de contribuir a facilitar el fin de las sanciones, y que serviría de canal para los contactos adheridos al gobierno de los Estados Unidos. Queríamos que lo los diplomáticos me usaran para ese propósito. No había engaño alguno.

Collins: Quién era tu manejador en la CIA (Agencia Central de Investigaciones)?

Lindauer: El Dr. Richard Fuisz (FUZE), el individuo más fascinante que he conocido en mi vida.

El Dr. Fuisz era un operativo de altura de la CIA en Siria y Líbano en los 1980s. El Dr. Fuisz coordinó el rescate de Terry Anderson y los demás en Beirut, Líbano. Su equipo encontraba las prisiones temporales y llamaba a la Fuerza Delta para que realizaran incursiones atrevidas. Testificó ante el Congreso sobre las corporaciones estadounidenses que proveían a Irak con sistemas de armamento previo a la Guerra del Golfo. Fue expulsado como CIA de Damasco después que robó los planos del flamante nuevo sistema de telecomunicaciones de Siria.

Finalmente, el Dr. Fuisz dice conocer la verdadera historia de Lockerbie, incluyendo las identidades de los autores intelectuales terroristas, quienes él insiste no eran libios en absoluto. Fue él quien sugirió que alguien necesitaba contactar a Libia sobre el Juicio Lockerbie. Un individuo que apasionadamente se opusiera a las sanciones y reconociera posibles escenarios terroristas, pensó, sería ideal para comenzar las pláticas.

Esa era yo. A pesar de mi tragedia, estoy extremadamente orgullosa de haber trabajado juntos. Estoy profundamente agradecida que el Dr. Fuisz me invitara a embarcarnos en esta extraordinaria aventura dentro de las más interesantes embajadas de Medio Oriente en las Naciones Unidas. Disfruté cada momento.

Collins: Qué fue lo primero que alertó su preocupación acerca de un posible ataque involucrando aviones y al World Trade Center? Cómo figura Lockerbie en la advertencia sobre el 11-9?

Lindauer: El Juicio Lockerbie en el año 2000 nos puso a pensar sobre cómo sería el siguiente escenario terrorista. Los bombazos de los vuelos Pan Am 103 en diciembre de 1988 y de UTA (aerolínea francesa) en septiembre de 1989 fueron los últimos involucrando aviones antes del 11 de Septiembre de 2001. Nuestro equipo estaba abiertamente preocupado que el Juicio de los dos acusados libios inspirarían una especie de “ataque tributo” a los sucesos de Lockerbie.

El problema es que mientras la mayoría de los americanos se han rehusado a aceptar que el hombre de Libia, el Sr. Megraghi, era inocente del crimen, resulta que era cierto. Y los grupos terroristas lo sabían. Ellos saben muy bien quién era el responsable de plantar la bomba en el Pan Am 103, y saben muy bien que esos individuos nunca han sido llevados a la justicia. Desde luego, durante el Juicio, cuando los Estados Unidos hicieron una pobre demostración al presentar evidencias forenses contra los libios acusados, el fracaso estadounidense era la comidilla en todo el Medio Oriente. Como solía decir el Dr. Fuisz, los grupos terroristas pensaron que a pesar de los poderosos recursos la la inteligencia estadounidense, los Estados Unidos eran demasiado estúpidos para atraparlos.
O estaban temerosos porque los verdaderos terroristas eran “demasiado grandes”.

Cualquiera de las dos creencias permaneció para crear una enorme e irresistible provocación a la mas joven generación de jihadis. Era fácil anticipar que los terroristas más jóvenes se inspirarían a lanzar un ataque tributo a los “héroes” que vinieron antes que ellos. En base a esto, dibujamos un escenario de amenaza extrema donde el siguiente gran ataque involucraría más probablemente secuestros o bombazos a aviones.

Esto es exactamente lo que sucedió por cierto. En los 1980s, Osama bin Laden llamó a Ahmed Jibril “un héroe” y el “más grande luchador contra Israel que ha vivido”.

Desde luego, mis extensas fuentes en Medio Oriente me han dicho en repetidas ocasiones que Ahmed Jibril fue el verdadero autor intelectual detrás de Lockerbie. Y entonces encontramos que las piezas del rompecabezas del 11-9 se unen perfectamente.

Collins: Cuándo
pasó su preocupación de ser un “escenario hipotético” a la creencia que el ataque estaba siendo planeado activamente?

Lindauer: Lo recuerdo todo vívidamente. En abril de 2001 recibí una notificación para visitar al Dr. Fuisz en su oficina de Virginia. Nos reuníamos casi cada semana de todas maneras. En esta ocasión, me llamó por teléfono y me pidió que viniera enseguida. También me preguntó qué tan pronto sería mi siguiente visita a Nueva York a ver las Embajadas. Quería que hablarme antes que me marchara, y quería que me fuera pronto.

Por supuesto que lo visité inmediatamente. El Dr. Fuisz demandó que debía advertir a los diplomáticos en las misiones iraquí y libia que sus naciones sufrirían un gran ataque ofensivo si era descubierto que poseyeran inteligencia acerca de ataques con aviones, y omitieran reportarlo a través de mi canal secreto.

Estaba indecisa de entregar este duro mensaje. Siempre he sido una activista anti-guerra. Esa una de las principales razones de mi éxito al tratar con los árabes, porque apreciaban la consistencia de mi oposición a la violencia de ambos lados. Así que, en mi siguiente viaje a Nueva York, pedalee lento el mensaje de advertencia del Dr. Fuisz. Le pedí a los diplomáticos que enviaran mensajes a Baghdad y a Tripoli buscando inteligencia sobre posibles ataques con aviones. Pero hice la amenaza de venganza violenta en su contra.

Cuando regresé a casa en Washington, me reuní con el Dr. Fuisz, quien exigió saber cómo habían respondido los diplomáticos ante la amenaza. Tuve que admitir que me quedé corta al amenazarlos. Pero le aseguré que había pedido su cooperación.

En este punto, el Dr. Fuisz se volvió iracundo. Según recuerdo, en todos nuestros años juntos, nunca había habido un momento en que perdiera su temperamento y me gritara. Tormentosamente se paseó por el cuarto. Exigió que regresara a Nueva York inmediatamente, y que debía decirle a los diplomáticos “que los Estados Unidos los enviarían de vuela a la Era de Piedra, o peor de lo que habían sido bombardados en su vida, si no nos ayudaban a identificar cualquier conspiración terrorista que involucrara aviones. Perderían todo. Los destruiríamos”. No se tranquilizó hasta que le prometí entregar el mensaje exactamente como lo había comunicado. Expresó gran satisfacción cuando le prometí que me aseguraría que ellos entendieran que la advertencia venía de él, no de mi, respaldada por fuerzas superiores a él.

El Dr. Fuisz estaba determinado a que los árabes debieran saber que la amenaza era mortalmente seria.

Justo entonces supe que los terroristas estaban planeando un ataque. Esto era más que simplemente estar verificando nuestras líneas de espionaje, o estar realizando investigaciones. Algo se estaba moviendo. El Dr. Fuisz estaba tratando de evitar la cooperación.

Reforzando esa tensión, durante el verano de 2001, el Dr. Fuisz continuó empujando y golpeteando duro buscando cualquier fragmento de inteligencia de Irak y Libia que involucrara secuestro de aviones o bombardeos de aviones. Me exigió que no filtrara la inteligencia o que no la comprobara en pos de veracidad antes de informarle. Durante numerosas reuniones, trató de explicarme cuán urgentemente necesitaba recolectar aún fragmentos de inteligencia, ya sea que parecieran tener sentido para mi o no. Me rogó que no me guardara nada.

Ahí es cuando supe que algo grande estaba pasando. El Dr. Fuisz ya estaba sobre ello. Una y otra vez, nuestras pláticas tenían que ver con secuestro de aviones y/o bombazos en repetición del ataque al World Trade Center de 1993. Suena muy extraño pero todos entendíamos exactamente lo que iba a pasar.

En contraparte, compartí esos miedos y peligros con otros amigos y familia, incluyendo el Dr. Parke Godfrey.

Todos tomamos el peligro muy seriamente. Nuestro equipo era fuerte, proactivo y ferozmente protector de la seguridad americana.

Collins: En última instancia, Libia o Irak proveyeron de inteligencia concerniente al ataque?.

Lindauer: No, no lo hiciron. Después del ataque, se volvió claro que ninguna de las dos naciones pudieron haber sido partícipes de la conspiración. Gadhaffi y bin Laden se odiaban. En 1995, Libia fue la primera nación en el mundo que advirtió a la Interpol acerca de Osama, y exigió una orden de arresto en su contra. El gobierno de Saddam lo odiaba también. Bagdad consideraba al extremista brazo fundamentalista Sunni de Osama como una seria amenaza contra la estabilidad de la élite moderada Sunni. Osama representaba desestabilización para los gobiernos árabes. Todos lo odiaban.

De hecho, presionamos tan fuerte a Irak para que proveyera inteligencia en los meses previos al 11-9 que después los diplomáticos iraquíes pusieron agresivamente en duda nuestros reclamos de ignorancia. Un par de diplomáticos me lo dijeron abruptamente. “Obviamente sabían que venía, porque lo repetían a cada momento. Entonces por qué no lo detuvieron?” Por qué no hicieron algo antes, en vez de culparnos a nosotros ahora? Ustedes deberían de culparse a si mismos”.

No, aún antes del ataque deduje que la información
avanzada de inteligencia del Dr. Fuisz se derivaba de una fuente enteramente distinta. Simplemente provenía de una que no había esperado.

Collins: Esta bien. Quien los advirtió del ataque?

Lindauer: En Agosto de 2001, nuestro equipo estaba gravemente preocupado de que el ataque era “inminente”.

Cuando Robert Mueller fue nominado para ser Director del FBI, pensamos ir a sus audiencias de confirmación y poner en oídos de los miembros del Congreso nuestros temores.

En vez de eso, el Dr. Fuisz me instruyó a telefonear a la oficina del Fiscal General John Ashcroft.

A mediados de Agosto, telefoneé a los miembros de su oficina privada en el Departamento de Justicia, la cual probablemente conste de unas 20 personas. Identificándome como un recurso cubriendo Libia e Irak, hice una petición formal para que su oficina emitiera una alerta de emergencia en todo el departamento buscando cualquier fragmento de inteligencia perteneciente a secuestros de aviones o bombardeos de aviones. Expliqué que esperábamos un gran ataque involucrando ese escenario, y urgentemente pedíamos la cooperación de todas las agencias.

La oficina de Ashcroft dijo que contactara a la Oficina de Contra-Terrorismo del Departamento de Justicia, y que repitiera lo que había dicho. Lo cual hice de inmediato.

Collins: Qué sucedió después de eso?

Lindauer: No me detuve ahí. La mayoría de los americanos se sorprenderían al saber que a mediados de agosto de 2001, nuestro equipo estaba tan convencido que un ataque al estilo 11-9 era inminente que visité a mi primo segundo, Andy Card en su casa de Arlington, Virginia, para advertirlo.

Me estacioné en la calle y esperé en mi auto, fumando continuamente por casi dos horas. Ocasionalmente podía ver a los vecinos asomándose por sus ventanas. En mi mente, ensayé lo que iba a decirle a la policía si aparecían a investigar a este extraño automóvil estacionado afuera de la casa de del Jefe de Asesores del Presidente de los Estados Unidos.

Desafortunadamente, no regresó a casa, y finalmente tuve que irme sin compartir mis temores.

Al alejarme manejando, recuerdo haber sentido que estaba cometiendo el más grande error de mi vida. A través de todos estos años, permanece como uno de mis pocos arrepentimientos.

Collins: Quién parece ser la otra fuente del Dr. Fuisz sobre el 11-9?

Lindauer: El Dr. Fuisz nunca me ha revelado su fuente. Pero 30 minutos después que los aviones colisionaron con las Torres Gemelas, soltó algo sobre el teléfono.

Me dijo que la Mossad israelí había recibido una advertencia temprana sobre el ataque. Como lo recuerdo, lo dijo antes que los edificios colapsaran.

Me preguntó si pensaba si era “accidente que un hombre y una mujer estuvieran esperando en la acera con una videocámara, listos para grabar el ataque”. Estaba muy agitado. Me retó a pensar “qué tan seguido un peatón tiene su cámara lista para grabar un accidente automovilístico?”

Luego dijo, “Esos eran agentes israelíes. No es un accidente. Ellos sabían que este ataque iba a suceder. Y lo estaban esperando.”

Estaba enfurecida y conmocionada con las imágenes por televisión. Respondí diciendo algo como, “Tu sabes, hemos estado investigando un ataque todo este tiempo! Y los israelíes sabían sabían de esto? Y no nos dijeron?” En retrospectiva, dejando fuera la pasión de ese momento en particular, los israelíes pudieron habernos dicho mucho más de lo que Richard Fuisz pudo haber sabido.

Inmediatamente, la línea telefónica colgó.

Lo llamé enseguida. Y muy calmadamente dijo. “Susan, no debemos volver a hablar de esto jamás”.

Hay un par de detalles con respecto a este equipo de Mossad con la videocámara. El Dr. Fuisz fue capaz de anunciar sus identidades antes que los medios publicaran quienes eran. El ataque estaba tan reciente cuando lo dijo, que pareciera que ya sabía acerca de ellos.


Podría estar equivocada. Pero no lo creo.

Collins: Gracias Srita. Lindauer. La parte dos de esta serie con Susan Lindauer describirá los esfuerzos extraordinarios del Departamento de Justicia por engañar al Juez Michael Mukasey del Distrito Sur de Nueva York sobre la autenticidad de la advertencia de la Srita. Lindauer sobre el 11-9.

Comentario SDLT:

A medida que la propaganda para infundir temor contra Irán aumenta un poco más, hay esfuerzos simultáneos por reprimir cualquier investigación que se salga fuera del territorio "aceptable". Un profesor francés fue arrestado por mencionar una teoría de conspiración acerca del 11-9, y la ADL está comenzando a usar la carta del anti-semitismo muy fuerte contra cualquiera que se atreva a mencionar el involucramiento de Israel en cualquier cosa. Y aún así, la influencia de Israel en lugares altos es muy aparente, también el uso rutinario de operaciones de bandera falsa y otras tácticas encubiertas.

Si atamos cabos, no hay duda que Israel está implicado en los ataques del 11-9. Ellos tenían los medios, el motivo y la oportunidad, y existe amplia evidencia que respalda esto.

Ellos estaban ahí. Estaban filmando. Y estaban bailando en celebración.

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