Obama y el arsenal nuclear de Israel

Gideon Spiro
Counterpunch
Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre
13/06/09

Israel ha demostrado un modelo de comportamiento reincidente al iniciar brutales guerras de agresión

La visita de Obama a Oriente Próximo de esta semana ha coincidido con el anuncio sorpresa de Rose Gottemoeller, consejera para la verificación, cumplimiento y puesta en práctica de la secretaría de Estado, de que Estados Unidos quiere que todos los países- incluido Israel- firmen el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, en sus siglas inglesas).

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Los israelíes todavía se están recuperando de la conmoción producida por ese anuncio, que confirmaba las esperanzas (o los temores, depende de a quien se pregunte) de que el gobierno Obama está iniciando una importante revisión de su política de proliferación nuclear en Oriente Próximo.

El gobierno Obama se dará cuenta, sin embargo, de que es más fácil decirlo que hacerlo. El actual gobierno israelí, con toda seguridad, se negará a cooperar con la nueva postura más imparcial del Departamento de Estado, sobre la no-proliferación.

Y no fue otro sino Avigdor Lieberman, ministro de Asuntos Exteriores israelí, quien declaró- con bastante descaro- que el gobierno estadounidense adoptaría la política que Israel le impusiera. Pero los israelíes deberían comprender que el presidente estadounidense no puede ser tratado como una marioneta del gobierno de Israel.

Cuando los dirigentes israelíes hablan de parar el programa nuclear iraní, se trata de una amenaza apenas encubierta de un ataque militar. El mes pasado, precisamente, el periódico israelí Ha’aretz publicaba un artículo de su experto en asuntos militares en el que pedía una acción militar israelí contra el proyecto nuclear iraní. Cuando el periódico más liberal del país se implica desvergonzadamente y se declara partidario de la guerra, las alarmas tienen que empezar a sonar.

Israel abrió la carrera para la obtención de armas de destrucción masiva en Oriente Próximo. En 1986, Mordeari Vanunu, quien tiró de la manta del tema nuclear, reveló la actividad frenética para la fabricación de la bomba nuclear en las escondidas instalaciones nucleares israelíes de la central de Dimona. Expertos en la proliferación nuclear calculan que Israel tiene centenares de bombas atómicas y de hidrógeno. Añadidas las armas biológicas y químicas que Israel fabrica en el Nes Ziona Biological Institute, el panorama es aterrador: un Estado que es un polvorín de armas de destrucción masiva, atómicas, biológicas y químicas.

Hoy sabemos que Israel consiguió armas nucleares engañando al gobierno estadounidense. El presidente Kennedy se oponía a que Israel comprara o desarrollara armas nucleares por los peligros que ello supondría para la estabilidad regional y mundial. Pero Israel consiguió engañar a los inspectores nucleares estadounidenses enviados para examinar el reactor de Dimona, enseñándoles sólo una pequeña parte de las instalaciones nucleares mientras les ocultaba el programa de desarrollo de armas, oculto tras muros secretos y ascensores camuflados. Un ataque israelí contra Irán produciría catastróficas consecuencias que, a largo plazo, se plasmaría en una escalada de violencia entre los dos países. Otros países podrían tomar partido, lo que conduciría, potencialmente, a una confrontación nuclear. Pero las hostilidades entre Irán e Israel no se quedarían en una guerra regional; tendrían unas graves consecuencias mundiales y amenazarían las vidas de millones de ciudadanos y de soldados estadounidenses en todo el mundo.

Ante la aterradora posibilidad de un ataque israelí contra las instalaciones nucleares iraníes, es imprescindible que EE.UU. mantenga una firme política de no-proliferación. Es la única manera de evitar otra guerra en Oriente Próximo, algo que depende del presidente Obama.

A Barack Obama le eligieron porque anunciaba una nueva era de acercamiento entre países hostiles. Y ese objetivo no puede alcanzarse sólo con palabras retóricas. Para garantizar que nuestra región no se vea envuelta en llamas, o lo que sería peor, en nubes radioactivas, el gobierno estadounidense necesita frenar a Israel, obligarle a aceptar el desarme nuclear, y obligarle a abrir a los inspectores internacionales todas sus instalaciones nucleares, de armas biológicas y químicas, y de misiles. Lo mismo que se ha hecho con Irán y los demás Estados de Oriente Próximo.

Estados Unidos e Israel son aliados- un mantra repetido por prácticamente todos los políticos estadounidenses, pero no analizado detalladamente. Es cierto que existe una “relación especial” entre los dos países, aunque no en el sentido convencional del término usado por el AIPAC: Estados Unidos financia y arma a Israel y éste último es (a veces) una receptor de las ayudas estadounidenses. Sin el apoyo de EE.UU., Israel se vería reducida a una potencia menor. Sería incapaz de financiar la ocupación, las colonias en Cisjordania ni, por supuesto, su arsenal nuclear. Sirviéndose de su influencia, el gobierno Obama puede y debe imponer a Israel una política de desarme nuclear.

En una región tan inestable como la nuestra, en la que judíos y musulmanes se consideran directamente relacionados con el Todopoderoso hasta el punto de hablar en Su nombre, la existencia de armas nucleares es una grave amenaza para la paz del mundo. Es algo en particular cierto respecto a Israel e Irán, donde individuos en los dos países creen en Armagedón(1) como preludio de la redención. Algunos de esos fundamentalistas y fascistas incluso ocupan puestos clave en el Gobierno.

Precisamente porque Israel ha demostrado un modelo de comportamiento reincidente al iniciar brutales guerras de agresión (la segunda de Líbano y la de Gaza en un periodo de menos de dos años), el gobierno de Obama debe obligar a cumplir una política de no-proliferación en Oriente Próximo tanto a Israel como a Irán, lo que impediría las desastrosas consecuencias de una conflagración nuclear.

Gideon Spiro es un veterano periodista israelí, activista de los derechos humanos, miembro fundador del Israeli Committee for a Middle East Free Atomic, Biological an Chemical Weapons. Publica columnas semanales en las siguientes páginas israelíes en Internet: http://www.hagada.org.il/eng y http://www.kibush.co.il/

Nota 1: N.T.: Armagedón es un término bíblico que aparece en el libro del Apocalipsis, capítulo 16, versículo 16. De ahí que también se use como sinónimo de Apocalipsis, o desastre fatal y terrible..

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