Júpiter capturó un cometa durante 12 años a mediados del siglo XX

Astronomy.com / Ciencia Kanija
16/09/09

La duración de la captura de Kushida-Muramatsu, que orbitó Júpiter entre 1949 y 1961, es la tercera más larga.

El cometa 147P/Kushida-Muramatsu fue capturado como una luna temporal de Júpiter a mediados del siglo XX y permaneció en una órbita irregular durante unos 12 años.

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Sólo hay un puñado de cometas conocidos donde este fenómeno de captura de un satélite temporal haya tenido lugar, y la duración de la captura en el caso de Kushida-Muramatsu, el cual orbitó Júpiter entre 1949 y 1961, es la tercera más larga.

Un equipo internacional liderado por Katsuhito Ohtsuka modeló las trayectorias de 18 “cometas cuasi-Hilda”, objetos con el potencial de pasar por un periodo de captura temporal como satélite de Júpiter que da como resultado que lo abandonen o que se unan al grupo “Hilda” de objetos en el cinturón de asteroides. La mayor parte de los casos de captura temporal fueron sobrevuelos en los que los cometas no completaron una órbita completa. No obstante, el equipo de Ohtsuka usó observaciones recientes de seguimiento de Kushida-Muramatsu a lo largo de 9 años para calcular cientos de posibles rutas orbitales para el cometa en el siglo pasado. En todos los escenarios, Kushida-Muramatsu completó dos revoluciones completas alrededor de Júpiter, haciéndolo el quinto orbitador capturado en ser identificado.

“Nuestros resultados demuestran que algunas de las rutas tomadas por cuerpos cometarios a través del espacio interplanetario pueden permitirles entrar o escapar de situaciones donde están en órbita alrededor del planeta Júpiter”, dijo Asher.

Los asteroides y cometas a veces pueden verse distorsionados o fragmentados por los efectos de marea inducidos por el campo gravitatorio de un planeta que los captura o pueden incluso impactar con el planeta. La víctima más famosa de estos efectos fue el cometa D/1993 F2 (Shoemaker-Levy 9), que fue desmembrado en su paso cerca de Júpiter y cuyos fragmentos colisionaron con el planeta en 1994. Anteriores estudios computacionales han demostrado que Shoemaker-Levy 9 puede haber sido perfectamente un cometa cuasi-Hilda antes de que Júpiter lo capturase.

“Afortunadamente para nosotros, Júpiter, como el planeta más masivo con la mayor gravedad, absorbe objetos hacia él con más facilidad que otros planetas, y esperamos observar grandes impactos sobre él más a menudo que sobre la Tierra. El cometa Kushida-Muramatsu ha escapado del planeta gigante y evitará el destino del Shoemaker-Levy 9 en el futuro inmediato”, dijo Asher.

El objeto que impactó con Júpiter este julio, provocando la nueva mancha oscura descubierta por el astrónomos aficionado australiano Anthony Wesley, puede también haber sido un miembro de esta clase, incluso si no sufrió una disrupción de marea como el Shoemaker-Levy.

“Nuestro trabajo se ha convertido en algo de actualidad de nuevo debido al descubrimiento de Julio de un penacho de restos en expansión, creados por el polvo del objeto que colisionó, lo cual es un signo evidente del impacto. Los resultados de nuestro estudio sugieren que los impactos en Júpiter y los eventos de capturas de satélites temporales pueden haber sido más frecuentes de lo que se esperaba anteriormente”, dijo Asher.

El equipo también ha confirmado una futura luna de Júpiter. El cometa 111P/Helin-Roman-Crockett, que ya ha orbitado Júpiter tres veces entre 1967 y 1985, se prevé que complete seis vueltas al planeta gigante entre 2068 y 2086.

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