Argentina: "No sabemos cómo parar estos suicidios"

La Nación
18/06/10

"Estamos desesperados porque no sabemos cómo parar esto. Nunca hemos visto esta cantidad de suicidios." Así describió ayer a LA NACION el juez de instrucción Mario Dilascio lo que vive esta ciudad de 30.000 habitantes dominada por la psicosis debido a las muertes de siete chicos ocurridas entre agosto de 2009 y la semana pasada. ¿El motivo? Un juego suicida que crece entre los adolescentes.

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La situación se agravó en los últimos días cuando por lo menos otros 12 chicos intentaron quitarse la vida. Siete de esos menores estuvieron internados en el hospital local y anoche fueron dados de alta.

Si bien la policía y la Justicia investigan una presunta instigación al suicidio por parte de una secta satánica que envía mensajes de texto a los chicos, o los vínculos entre la sucesión de muertes con un juego de Internet conocido como chocking game , la hipótesis más fuerte indicaría que los suicidios estarían originados por lo que la ciencia forense denomina "imitación criminal".

Algunos de los investigadores policiales y judiciales abonan la presunción de que varios de los chicos fallecidos, que sufrían problemas familiares, decidieron quitarse la vida al enterarse de que otros adolescentes de su misma edad también lo hicieron. Esta conducta de contagio también se conoce como copycat .

Esta hipótesis tiene como base sólida el análisis de las distintas circunstancias que rodearon cada una de las muertes y que, hasta ayer, se desconocían.

El magistrado, que tiene su juzgado en Metán, a 37 kilómetros de esta ciudad, investiga cuatro casos de posible instigación al suicidio, ocurridos el 7 de abril, y el 5, 9 y 10 del actual. Los otros tres chicos se suicidaron entre septiembre y agosto pasados.

La primera víctima de este año fue Fiorella, una chica de 14 años del barrio Villa Josefina. El 6 de este mes, una amiga suya, hija de un carpintero del barrio Belgrano, se ahorcó con una corbata en la cama marinera que compartía con sus hermanos.

Tres días después, un muchacho, de 16 años, de apellido Roldán, se ahorcó con una bufanda en la casa en la que vivía con su abuelo, en el barrio Ramón Abdala. Al día siguiente, Macarena, una chica del barrio 124 Viviendas, se ahorcó con una corbata en el baño de su casa.

Tres chicas eran amigas

Las tres chicas eran muy amigas entre sí y concurrían a la Escuela de Comercio 5009, Nuestra Señora del Rosario. Ninguna de ellas dejó una carta suicida, aunque en el banco del colegio de una de las adolescentes los investigadores encontraron escrito: "Fio, te extrañamos", en clara alusión a la primera víctima mortal.

Se supo que este juego suicida, que se difunde por Internet, consiste en pedir determinados deseos y hacer nudos con una corbata. Si los nudos se desatan al caer el cuerpo, sostenido por una corbata u objeto similar, siempre de color azul, entonces los deseos se cumplirán, caso contrario sobreviene la muerte. Habitualmente, los adolescentes practican estos peligrosos juegos acompañados por otros, pero en todos los casos ocurridos aquí las jóvenes víctimas estaban solas.

No obstante, la policía salteña y la Justicia investigan si alguien, perteneciente a una secta satánica, pudo instigar a través de alguna red social o con mensajes de texto a que los adolescentes practicaran estos juegos. El remisero Martín Olivares reveló que su hija recibió un mensaje de texto en el que un hombre, identificado como Rubén, de 62 años, la invitaba a jugar al chocking game .

En relación con esta línea de investigación, uno de los compañeros de colegio de las víctimas apuntó a un chico, de 18 años, que colaboró con la coreografía que las adolescentes hicieron para un concurso que se realizó en la escuela. Este muchacho fue uno de los 12 jóvenes que intentaron suicidarse en las últimas horas y tendría graves problemas mentales.

Sospechoso, en la mira

Si bien este sospechoso está en la mira de los investigadores, el juez Dilascio dijo a LA NACION que antes de tomar cualquier decisión esperará analizar los resultados de los informes de la Dirección de Comunicaciones de la policía de Salta sobre las llamadas telefónicas y los mensajes de texto recibidos en los celulares de las víctimas.

Otra hipótesis sobre los motivos que provocaron la sucesión de muertes tiene que ver con la imitación criminal. Esa presunción se fundó por las circunstancias que rodearon la muerte de la cuarta víctima. El chico, de 16 años, de apellido Roldán, dejó una carta antes de ahorcarse.

"Yo quiero ser feliz. Necesito una familia", expresó en la misiva que dejó el 9 de este mes, al quitarse la vida en la casa de su abuelo en el barrio Ramón Abdala. Los padres del muchacho estaban separados, estaba solo en la casa y no se conocía con las otras tres víctimas. Estos tres elementos abonarían la sospecha de la cuestión familiar como móvil del suicidio.

Una situación similar vivía Cristian, de 16 años, que es uno de los 12 chicos que intentaron suicidarse en los últimos días y logró ser rescatado (ver nota aparte).

La conjunción de los citados detonantes provocó una psicosis en la ciudad, que incluyó la aparición en la Escuela Normal de una lista escrita con lapicera roja en la que figuraban los nombres de 13 adolescentes y las fechas en las que debían suicidarse. Aunque ninguno de los cuatro chicos que se quitaron la vida iba al colegio.

"El próximo será acá", fue la leyenda que apareció en un pizarrón del colegio Gorriti y que colaboró para aumentar la psicosis generalizada aquí.

A esto habría que sumarle que varios adolescentes recibieron mensajes intimidatorios desde un teléfono con característica de Jujuy.

"Toda aquella persona que es padre de un adolescente siente temor por lo que está pasando. Los padres no quieren dejar solos a sus hijos y se alarman cuando suena el celular, entonces comienzan a controlar quién llama y a ver los mensajes de texto", explicó Gustavo Díaz, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Rosario de la Frontera.

Para hoy a la noche los vecinos convocaron a una marcha de silencio. Si bien el gobierno provincial conformó un comité de crisis, los vecinos exigen que las autoridades pongan freno a la sucesión de muertes de adolescentes.

Los hechos ocurridos este año

7 de abril

Fiorella, una adolescente de 14 años, se quitó la vida en su casa situada en el barrio Villa Josefina, donde fue hallada con una bufanda azul ajustada al cuello.

6 de junio

Una chica de 14 años, cuya identidad se desconoce, hija de un carpintero del barrio Belgrano, se suicidó la vida ahorcándose con una corbata azul.

10 de junio

Macarena, una adolescente de 14 años, se suicidó ahorcándose con una corbata en el baño de su casa. Era compañera de colegio de las otras dos chicas.

9 de junio

Un joven de 16 años, de apellido Roldán, se ahorcó en la casa de su abuelo con una bufanda, en el barrio Abdala. Sus padres estaban separados y dejó una carta.

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