Grecia, la calma que anticipa la tormenta

Sergio Revelli
Socialismo o Barbarie/Rebelión
11/09/10


La situación en Grecia podría percibirse como en un momento de impasse en la lucha de clases, aunque en un horizonte no tan lejano ya se avecina otra tanda de ataques por parte del gobierno, la UE y el FMI, abriendo posibilidades para nuevos choques de clases. Las primeros medidas de ajuste anunciadas el 6 de mayo, a pesar de la resistencia y las movilizaciones, han logrado ser aplicadas. Para la segunda parte, están preparando una ofensiva privatizadora de toda una serie de empresas del estado que amenaza con dejar un gran número de trabajadores en la calle, al tiempo que buscan liquidar la educación y la salud públicas. Como parte del viaje de nuestra corriente al evento organizado por el grupo OKDE de dicho país hace unas semanas, este artículo busca dar cuenta de la actual situación y de los acontecimientos que se avecinan en Grecia.

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Desde estas páginas venimos señalando como la crisis del capitalismo mundial golpeó a Europa, y recayó sobre una serie de países encabezados por Grecia y España el empezar a pagar los platos rotos de los desastres de la Unión Europea.

Desde iniciada la crisis en 2008 los estudiantes y trabajadores griegos dieron importantes batallas. En especial, es necesario recordar la verdadera rebelión juvenil desatada en diciembre de ese año, contra el asesinato a mansalva por parte de la policía de un joven en el barrio de Exarjeia, que provocó la salida a las calles de amplios sectores —tanto juveniles como de trabajadores— en repudio, generando una serie de enfrentamientos contra la policía y el gobierno. El ascenso juvenil logró ocupar el centro de Atenas por varios días, empalmando con una huelga general (que la burocracia había llamado de antemano, y después no lograba contener al movimiento) generando una masiva movilización. Los estudiantes y la juventud griega históricamente fueron unos de los factores más dinámicos, y hoy pueden ser la chispa que encienda la pradera.

Aproximadamente un año más tarde el gobierno comenzó con los brutales planes de ajuste, y frente a esto las primeras acciones de resistencia por parte de los trabajadores. A continuación veremos más de cerca de qué se trató esta primera tanda de medidas y un primer balance para enfrentar la nueva ofensiva.

Las primeras medidas de Papandreu y las huelgas generales

Cuando la bancarrota de la deuda estatal griega fue declarada y temblaron las bolsas de todo el mundo —en especial Europa— desde el FMI y el Banco Europeo resolvieron que los trabajadores griegos fueran los primeros en empezar a pagar los platos rotos de la crisis. Pero una cosa era hundir a uno de los países más pobres del bloque, y otra que se vaya al demonio por efecto dominó toda la Unión Europea. Entonces para combinar reventar Grecia y salvar el proyecto burgués europeo, el 2 de mayo discutieron un plan de “salvataje”, un préstamo de 110 billones de euros, a cambio de una serie de medidas antiobreras que el gobierno del PASOK se comprometió a llevar adelante. Éstas se basaban en aumentar la edad jubilatoria de 63 a 67 años; eliminar los aguinaldos y congelar los salarios por tres años en los trabajadores del Estado y el sector público; aumentar el IVA del 21 al 23%; limitar o abolir la jubilación temprana y 10% de aumento en los impuestos a los cigarrillos, el alcohol y las naftas.

Frente a semejante avanzada se generó un malestar generalizado y la burocracia sindical, que pertenece al PASOK, se vio obligada a convocar a una serie de huelgas generales. La del 5 de mayo fue la más masiva del año, con más de 200.000 personas en las calles. Luego vino otra también muy dura, y pese a que no llegó a la misma convocatoria que la anterior, Atenas se volvió a paralizar. A su vez cuentan compañeros griegos que aparecieron en las movilizaciones nuevos sectores de trabajadores organizados: pequeños nuevos sindicatos, con muchos trabajadores jóvenes. Aunque por otro lado, si bien muchos estudiantes participaron como jóvenes trabajadores en las movilizaciones, no se hizo presente con fuerza el movimiento estudiantil como tal.

Lo importante aquí es balancear estas primeras experiencias, sus puntos fuertes y débiles, y lo primero que hay que marcar es la gran predisposición a la lucha por parte de la clase obrera griega: dejó en claro que no va a dejar que así nomás los capitalistas le arrebaten todo. Pero esta gran fuerza para derrotar los planes de ajuste, todavía debe sacarse de encima a la burocracia sindical y los partidos que sostienen el régimen de la podrida democracia burguesa. Es necesario profundizar las luchas contra las medidas, haciendo de todas las peleas una batalla por tirar abajo, junto al ajuste, al gobierno del PASOK y los capitalistas.

Varios analistas hablan que Europa se está “latinoamericanizando”, en el sentido que están aplicando en el viejo continente las mismas recetas neoliberales “de los 90”, y podrían ir a desastres sociales con elementos de similitud. Si bien este proceso recién está comenzando y todavía no hemos visto rebeliones populares con la profundidad de las acontecidas en América Latina (que con sus distintos matices y en su momento, de conjunto sí le han puesto de manera efectiva un freno a las medidas más puramente neoliberales), la profundización de la crisis económica hace que los efectos sociales de estas medidas sean muy duros en Grecia y ya se empiecen a sentir en amplios sectores obreros y populares.

Un desempleo que no cesa de crecer, salarios de miseria y futuro negro para la juventud

Mantenerse dentro de la Unión Europea, para los trabajadores griegos se está haciendo cada vez más insoportable, en especial para la juventud, ya que la desocupación y los salarios de miseria empiezan a ser problemas agobiantes. Si cualquiera analiza los datos oficiales, el índice publicado en abril decía que la desocupación había alcanzado el “pico histórico del 11,7%”: pero esto suena más a una mentira del “INDEC griego” truchando números (cosa que ya hicieron para poder entrar a la UE), que a la realidad que se ve en las calles. Algunos estudios dicen que 120.000 jóvenes están desempleados y 440.000 no consiguieron trabajo estable el último año (Afroditi Lakkiotis, greece.greekreporter.com). La juventud, ahora llamada “generación de los 600 euros” —en clara alusión a los raquíticos salarios— vive en pésimas condiciones y con perspectivas de futuro más que negras: “Con 600 euros no se puede formar una familia o permitirse una vivienda”.[1] Otro dato que parece “más real” es el que maneja, por ejemplo, la burocracia sindical de GSEE (Confederación General de Trabajadores de Grecia): estiman que para el próximo invierno (diciembre-enero) el índice de desocupación superará el 20%.

A la situación preocupante del desempleo, se suma un nuevo grave problema, ya que en un país donde el turismo es una parte importante del ingreso de divisas, este año el número de visitantes ha sido muy bajo: el aumento en los productos y los precios en euros, hizo de Grecia un país más caro que por ejemplo Turquía, con el cual comparte ciertas características, como el mismo mar, y le ha absorbido gran parte de los turistas. A su vez, al haberse llenado de productos importados ha desmantelado gran parte de la industria y la agricultura; los trabajadores estatales y los vinculados a la actividad pública quedaron como uno de los sectores más importantes. Pero las noticias para éstos no son nada buenas: el plan del tándem Papandreu-FMI-UE es dar la próxima un par de vueltas de tuerca a la ya tremenda reforma y al ajuste del Estado.

Papandreu, el FMI y la UE van por más: privatización de las empresas estatales y achicamiento del Estado

“Grecia está a la espera de recibir hoy de la Unión Europea (UE), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) oficialmente las últimas recomendaciones para seguir con su ajuste fiscal y así poder acceder al segundo tramo del rescate financiero, en medio de nuevas amenazas de huelgas de los sindicatos. (…) los organismos exigirán de Grecia más liberalizaciones en su economía así como importantes privatizaciones en el sector energético, monopolizado hasta ahora por el ente público DEI. Aunque los expertos de la UE se declaran satisfechos con el progreso de las reformas, su interés se centra ahora en una serie de medidas para combatir la inflación, recortar más el gasto público y aumentar la competitividad de la economía. El gobierno ya ha reducido los sueldos un 7% y ha eliminado el pago extra de verano y fin de año en el sector público, y también en las pensiones. Ahora se espera otro fuerte achique, con despidos masivos de empleados públicos, fusiones de entidades estatales y cambios en plantilla” (El Cronista Comercial, 17/08/10).

Esta cita revela toda la crudeza de los planes para Grecia. Para la burguesía, si los trabajadores pudieron hacer un “esfuerzo”, ahora pueden hacer otro… y luego otro y así sucesivamente. Pero veamos primero de qué están hablando precisamente cuando hablan de despidos masivos de empleados públicos, para luego pasar a la futura ola de privatizaciones. En mayo de este año, se aprobó en el Parlamento (con 164 votos a favor y 124 en contra) la reforma del Estado llamada “Kallikratis”, que consiste en una profunda transformación de la estructura administrativa del Estado con un número incontable de reducción de puestos de trabajo: concretamente los estados regionales dejaron de ser 76 prefecturas para pasar a ser sólo 13 regiones, y de 1.034 municipalidades sólo quedaron 370.[2] Esta brutal contracción fue festejada con bombos y platillos por un funcionario del FMI cuando junto a la CE (Comunidad Europea) y la UE fueron a “revisar” las cuentas fiscales griegas: “La reforma ‘Kallikratis’ es realmente significativa. Pensamos que brindará una importante contención a los gastos, que podría alcanzar hasta 1,5 billones de euros en los próximos tres años. Esto es un proceso de racionalización con el cut-down de varias capas de la burocracia, actividades innecesarias y costos. Ciertamente esta reforma es una parte importante del programa”.[3]

Para cuando termine el verano Papandreu tiene resuelto ir por más, y ya tiene el objetivo entre cejas: vender las empresas del Estado. Pero como no le va a ser fácil y se va a topar con una dura resistencia, la burguesía está tratando de “convencer” a la población de esta medida, por la vía de los medios de comunicación, con campañas al estilo “los trabajadores son vagos” y “es necesario achicar el gasto público”… ¡exactamente las mismas excusas y argumentos de la podrida burguesía argentina cuando desmantelaron todo el aparato del Estado! En un sitio web auspiciado por el gobierno (www.investingreece.gov.gr) aparecen el listado de empresas del Estado a las que el gobierno “abre” las puertas a los capitales privados: los rubros incluyen transportes (trenes, puertos y aeropuertos), aguas y cloacas, energía eléctrica, telecomunicaciones, juegos (casinos) entre otros. En el rubro de la energía, a comienzos de la década pasada el monopolio estatal del PPC (Public Power Corporation) había sí privatizado parcialmente, pero ahora “El gobierno venderá el 39% de la participación accionaria del Hellenic Post [correo] y del Public Power Corp (el Estado posee el 51%).[4] ¡Están transformando a las empresas del Estado griego en una gran “feria americana” de ropa usada, que entren los capitales y se lleven lo que quieran! Por el lado de los trenes, toneladas de artículos de la prensa hablan sobre cada uno de los ramales que dan pérdidas y habría que cerrar. Los primeros pasos los quieren dar con la energía eléctrica y los trenes, en los cuales trabajan cerca de 30.000 y 7.000 trabajadores respectivamente, las cuales —con tamaña concentración de trabajadores— pueden abrir en el horizonte duras y masivas luchas obreras. ¡La principal consecuencia si avanzan las privatizaciones va a ser la masa de trabajadores que van a quedar en las calles sin trabajo! Todo lo que hemos visto en América Latina y sobre todo Argentina en la década de los 90, en Grecia se repite en toda la línea. ¡Se impone como una de las principales tareas enfrentar los planes de privatización y rodear de solidaridad a los trabajadores griegos!

Los ataques a la educación y los estudiantes universitarios

Para la educación los ataques fueron y van a ser múltiples. Al tiempo que a los maestros y profesores les tocó el congelamiento salarial y la quita de los dos aguinaldos (igual que a todos los trabajadores del Estado, como señalamos más arriba), salieron a dar una dura pelea contra una nueva ley educativa que por un lado reduce puestos de trabajo, y por otro deja al borde del cierre las escuelas de los barrios más humildes.

Pero como en el recorte presupuestario no se salva nadie, un blanco tentador del ajuste va a ser la Universidad. Vistas desde los ojos de los capitalistas y para un país en bancarrota, las condiciones para estudiar en las universidades griegas son de otro planeta: los estudiantes no sólo tienen acceso gratuito, sino que en algunas hasta tienen vianda sin costo, y en todas pagan la mitad del boleto de transporte y tienen los libros gratis. Para carreras como Ingeniería o Medicina por sólo citar algunas, adquirir gratis libros que salen más de 100 ó 200 euros, justo cuando la línea del Banco Mundial es ir a universidades privatizadas de manera directa o encubierta, es casi un lujo. Pero avanzar contra los estudiantes universitarios, puede significar uno de los principales problemas políticos del gobierno: todavía está muy presente la lucha dada por los estudiantes y la juventud en 2008. El movimiento estudiantil universitario griego (ver la lucha del Politécnico de 1973) tiene una vasta tradición asamblearia, de organización y lucha en las calles, y la combinación de éste con los trabajadores, puede ser clave para desarrollar una vanguardia de lucha que desborde a la burocracia sindical (y otros traidores como el KKE —Partido Comunista Griego—) y se plantee una lucha a fondo para derrotar los planes de ajuste del gobierno, el FMI y la UE.

La juventud griega debe pasar al frente

Luego de haber escuchado por parte de los voceros del capital que la “crisis ya se ha superado”, el sistema capitalista está mostrando nuevas recaídas (ver artículo de Claudio Testa en páginas centrales) y los planes del gobierno griego son entregar todo a cambio de hipotecar el país reventando salarios, privatizando las empresas del Estado y vaciándolo, liquidando la salud y la educación pública, todo para pagarle a los capitales usurarios, siguiendo las líneas trazadas por el plan de ajuste de la UE. En este marco el problema de la falta de empleo, se va a combinar con una profundización de la crisis social, al tiempo que las perspectivas de futuro para la juventud van a continuar socavándose.

Frente a esto, la clase trabajadora griega demostró en las calles que está dispuesta a salir a pelear contra las medidas de ajuste, y esto es fundamental para pensar una estrategia frente a lo que se viene. Pero las barreras que significan la burocracia sindical y el régimen político deben ser superadas y es en este punto donde la juventud estudiantil y trabajadora puede jugar un papel fundamental.

Para torcerle el brazo al trío Papandreu-FMI-UE, hay que preparar las próximas luchas en la perspectiva de transformarlas en una rebelión obrera y popular contra los planes capitalistas. Esas huelgas masivas, para derrotar efectivamente los ajustes, deben pasar a ser enfrentamientos directos que se planteen tirar abajo, junto al ajuste, al gobierno del PASOK y los capitalistas.

Para frenar semejantes monstruos y tan duros planes, no hay otro camino para los trabajadores griegos que las rebeliones al estilo Argentinazo, llevando el “espejo” de América Latina del plano de las medidas al de las luchas con acción directa en las calles.

Notas:

1.- Takis Tsafos, Deutsche Presse–Agentur (DPA), 09/12/08

2.- http://www.ekathimerini.com/4dcgi/_w_articles_politics_2_04/05/2010_116849

3.- http://www.imf.org/external/np/vc/2010/080810.htm

4.- http://www.investingreece.gov.gr/default.asp?pid=25&la=1&n=466

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